1. Mas de 30 años pasaron


    Fecha: 02/04/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... duro y fuerte. Ana se arrodilló en medio de sus muslos de nuevo, y empezó a lamer la verga de Ramón, de abajo hacia arriba jugueteando con su lengua el enorme glande, en espera de los ansiados resultados. - ¿Todavía te sale mucho semen? -, preguntó ella en tono juguetón, mientras seguía lamiéndole golosamente la verga. -Eso no es problema preciosa-, le aseguró Ramón. –Ahí sí, sigo con el mismo volumen-, agregó. Pasaron unos minutos más, y ante el asombro de Ana, la verga de Ramón empezó a tomar sus familiares proporciones, como si el tiempo se hubiera detenido. En poco tiempo, las familiares venas aparecieron tal y como ella las recordaba acentuando la virilidad de Ramón que tanto la enloquecía, superando notablemente la verga artificial de Lex. Ana empezó a mamar con el mismo furor que tanto apasionaba a Ramón, pero con el característico ritmo de una desesperante urgencia. - ¿Todavía aguantas igual? -, le pregunto sutilmente ella mientras miraba a sus ojos. -Aún-, contestó Ramón. Ana se puso de pie, volteó sus nalgas hacia él, las abrió con sus manos, y suavemente se dejó caer para que la enorme verga del albañil, ya en todo su vigor, la penetrara en el primer orificio que encontrara. Ella sintió el glande en el ano, y graciosamente dijo: -le tocaba-, además de que Ramón la acababa de coger con el consolador. Ramón la penetró suavemente, pero ella se dejó caer hasta sentirla totalmente dentro, mientras el llevó su mano a acariciar y jugar con sus dedos su húmeda vulva. ...
    ... “¡Ahhhhh, que cosa tan ricaaaa!, gimió Ana, mientras frotaba sus nalgas en el regazo de Ramón. “¡Ah cabrón! -, dijo Ramón, - ¡definitivamente es lo mismo desarrugar que romper! -, balbuceó en éxtasis. - ¡Tu culo se siente nuevecito, hasta aprieta más que cuando eras joven!, exclamó con sorpresa. Ana subía y bajaba por sí sola, deleitándose con cada milímetro del pene de Ramón, juraría que sentía sus venas en el esfínter, mientras el contemplaba aquella belleza de espectáculo. Ana experimentó un tremendo orgasmo en muy poco tiempo, su segundo, reflejando la urgencia que tenía de una buena culeada, mientras Ramón acariciaba y cogía con sus largos dedos su vagina. Después de varios minutos de la apasionada sesión anal, Ana se incorporó, se arrodilló entre los muslos de Ramón, y empezó a deleitarse mamándole con locura de nuevo la verga al extrañado albañil. - ¿Qué tal -, sugirió Ramón, -si te traes tu consolador y te lo meto por el culo mientras te cojo por la panocha? - - ¿Será? – pregunto Ana. Se desacopló lentamente y se dirigió a su recámara de nuevo mientras Ramón observaba su bella desnudez, y en un momento bajó con la cajita del consolador. -Nunca hemos jugado a esto-, dijo ella. - Haz de cuenta-, interrumpió el, que tienes al Choro metido en el culo mientras el papá del Choro te arrima por enfrente-, ambos carcajearon. Ana dudó. - ¿Me irá a doler? -, preguntó. - Mmmh, seguramente con ese culote holgado que tienes ni la vas a sentir-, bromeó Ramón. Ambos volvieron a reír, ...
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