1. Una esclava inesperada - Reencuentro fugaz I


    Fecha: 12/04/2018, Categorías: Incesto Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    ... Sentí una de sus manos subir por mi entrepierna y agarrar mi dormido instrumento. Yo me dejé hacer y la besé con fervor. La besé como si esa noche fuera la última.
    
    Por primera vez en mi mente surgió la idea del matrimonio. No como algo impuesto, sino como una decisión propia. Un anhelo de lograr hacer feliz a otra persona, satisfaciendo sus deseos y compartiendo los propios. Unir nuestras vidas no con un papel, sino en un pacto y compartir todo el tiempo que nos quedara de vida. Con ella fue con la primera que pensé seriamente casarme. Aunque, claro, aquello era una locura. Era imposible.
    
    Hablamos largo y tendido por 2 horas. Se había ido a vivir a Monterrey y un año después cambiaron nuevamente a su padre y ahora residían en Durango. Era relativamente feliz, aunque sus sueños de convertirse en esclava de alguien se vieron truncados cuando quedó embarazada. Pero amaba a su hija. Eso la hizo madurar y concentrar sus fuerzas y deseos de otra manera.
    
    El imbécil que la embarazó, la abandonó, pero estaba con alguien más, que la trataba bien, quería a su hija y me confesó que se parecía mucho a mi, sobre todo en el carácter y en la forma de ser. Tenía un trabajo de medio tiempo y vivía aún con sus padres. Ellos le ayudaban a cuidar a su hija y ella ayudaba con un poco de dinero y hacía la limpieza de la casa. Era relativamente feliz.
    
    —¿Me extrañas? – pregunté ansioso
    
    —Como no tienes idea – respondió mirándome a los ojos con un suspiro – y ¿tú?
    
    Sobra decir que la ...
    ... necesitaba como el aire en mis pulmones. La extrañaba como la flor extraña al sol en los días de invierno. Simplemente la extrañaba. Le conté mis aventuras en el CCH después de que ella se marchara y la puse al día. Se interesó por “A.C.” y mi reciente ruptura con ella.
    
    —Ella es rara. Es gordita… bueno, grodibuena, morena, chaparrita, pero es un poco como tú. Masoquista – le dije – Aunque no se compara. Eres única
    
    —¿En serio lo crees? – me preguntó tímida. Nuestras manos estaban entrelazadas.
    
    —Por supuesto – afirmé – No he conocido a una mujer tan loca como tú, ni me he enamorado así de alguien más.
    
    Abrió muchos sus ojos y se quedó pasmada. Mis palabras eran sinceras, aunque hace unos días había conocido a una mujer de nombre extraño que me movió bastante el tapete (de hecho, esa era mi opción, dada mi ruptura con “A.C.”), pero que me lastimaría mucho en el futuro. Pero esa es otra historia y ni siquiera merece la pena contarla.
    
    —Siempre has tenido la habilidad de hacerme sentir muy especial. Y por eso te amo como no amaré a nadie más
    
    —Sabes que yo también te amo – le respondí con toda franqueza – y eres muy especial para mí
    
    —Voy a estar dos semanas aquí – me dijo mirando su muñeca. El reloj marcaban las 8:30 p.m. – Me tengo que ir, pero déjame tu celular. Me gustaría revivir algunas cosas… ¿Te apetece?
    
    Asentí aunque, esta vez, no quería sexo. No quería nada más que a ella. Sabía, en el fondo, que se iría otra vez, pero no sabía si lo podría soportar. ...
«1234...8»