1. Una esclava inesperada - Reencuentro fugaz I


    Fecha: 12/04/2018, Categorías: Incesto Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    ... Ella, Gabriela, fue mi primer amor. Con ella aprendí muchas cosas. Puedo decir que principalmente, gracias a ella, creo ser un buen amante. Nada extraordinario, pero si alguien bueno. Ella me enseñó a no ser reticente a nada. A tener la mente abierta, a no quedarte con nada.
    
    Le dejé mi número de celular y la vi partir. Yo me quedé plantado, ahí, en aquel restaurante tan concurrido.
    
    Mi cabeza era un sinfín de sentimientos encontrados. En primer lugar estaba Ga, que había regresado a la capital mexicana para asistir al velorio de su abuela y estaría dos semanas, para convivir con su familia. No hacía ni tres días que había terminado mi relación con “A.C.” y estaba muy confundido; y por último, una mujer de nombre muy extraño había movido mi mundo de cabeza y prometía ser un gran amor para mi corazón. No tenía absolutamente ni puta idea de que hacer.
    
    Esa misma noche, recibí un mensaje de “A.C.” que recitaba algo así: “Te extraño mucho… perdóname, sé que a veces soy muy infantil y algo necia. Te amo y no me gustaría perderte. Por favor, vamos a hablar. Espero verte la próxima semana”. Al mismo tiempo, sostenía una conversación en el MSN con esta mujer de nombre raro que… denominaré M.
    
    A eso de las tres de la mañana, seguíamos conversando por Messenger y recibí otro texto en mi celular: “Estoy caliente y extraño tu trato. Ardo en deseos de verte otra vez. ¿Mañana en tu casa?”
    
    No cabía en mi la menor duda de que era un mensaje de Ga. Le respondí de inmediato, pero ...
    ... con un simple:Mañana yo te ordeno, la hora y el lugar. Espera mi mensaje zorra.
    
    Sobra decir, que me había calentado con esas simples palabras y, traté de devolverle aquel sentimiento. Sin pensarlo, había dejado la conversación con M, mis preocupaciones por mi situación con A.C. se esfumaron y toda mi mente se lleno de un solo nombre: GABRIELA. No pude dormir esa madrugada y cabe mencionar que me masturbe 3 veces, rememorando diferentes momentos con Ga.
    
    Al día siguiente, a las 8 de la mañana me dirigí a comprar algunas cosas. Tenía alrededor de seis meses que me había cambiado de casa por motivos familiares y por esa razón, me dirigí a un hotel que conocía bastante bien. Renté una habitación con jacuzzi y coloqué mis compras y algunas cosas que había llevado: muchas velas, una cuerda de plástico (de esas de tendedero), una paleta de ping-pong, una mascada, una hielera con algunas frutas, una botella de vino tinto y algunas otras cosas más.
    
    Diligentemente, adorné la habitación que había rentado con las velas. Cerré las cortinas para generar la oscuridad necesaria y me tomé dos cervezas mientras esperaba que dieran las 10 de la mañana.
    
    “A la hora que quieras a partir de las 10 de la mañana. Habitación 417 del hotel X. Sin bra, pero si con tanga o lo que prefieras”, decía mi SMS, enviado a las 9:38 de la mañana (es increíble cómo es que recuerdo esto…). Me quité toda la ropa, a excepción del bóxer y me tome algunas cervezas más mientras esperaba.
    
    Alrededor de las 11 ...
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