El recepcionista del turno de noche del hostal
Fecha: 13/04/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la postura para follar que menos sombra le hiciera y más pudiéramos verle.
Después de probar unas cuantas y de reírnos mientras las gozábamos, decidimos que solo había dos formas de follar sin hacerle sombra a Macarena: o poniéndonos detrás de ella o saliéndonos a la terraza. Evidentemente, salir a la terraza fue la decisión que nos pareció más interesante.
Continuamos en una de las dos tumbonas, en la parte en que las terrazas de las habitaciones aun están separadas unas de otras por tabiques de pared y no existe visibilidad de unas a otras. Pero, de las tumbonas, nos fuimos hacia la barandilla, y ahí sí que se ve lo que pasa de una terraza a otra. La pared va cayendo en altura desde el fondo de la terraza hasta alcanzar el nivel de la barandilla. La terraza de al lado tenía la luz encendida.
Una pareja de adolescentes follaban en una de sus tumbonas. No se dieron cuenta del vistazo que les echamos antes de que pusiera a Leticia con las manos en la barandilla y el culo en pompa para seguir con lo nuestro. Y, luego, debieron ser ellos quienes nos vieron porque, al cabo de unos minutos, se colocaron en la misma posición que estábamos nosotros, en su terraza y siguieron follando.
Entonces se produjo una situación que me puso a mil. Solo con la mirada, Leticia dijo e hizo todo esto: “Hola (a ella), qué agustico se está así, follando. ¿A que sí? (ella que sonríe y asiente) Con tu permiso.. // Shh!! (a él) Enséñame el rabo (él, que se la saca a su chica y se la enseña ...
... a Leticia para que le vea) Buena polla, venga, aprovecha y vuelve a darle a tu chica // ¡Buena polla! (a ella) ¿Quieres ver la de este? (ella que asiente y Leticia que me echa una mirada de saber que estoy al loro y que ya sé lo que me toca. Yo que paro, le saco la polla y se la enseño a la chica. La chica que se relame y que vuelve a mirar a Leticia) Sí... Y folla de puta madre”.
Era, sobre todo, la expresividad de su mirada. Leticia era transparente y era tan sencillo entenderla... Y, luego, claro, era su caracter. Era, sencillamente, cautivadora y estaba llena de energía. De buena energía...
Juguetona, fue echando las manos poco a poco hacia la izquierda sobre la barandilla para ir acercándonos a los vecinos. La otra chica hizo el mismo juego y, al cabo de un par de minutos, la chicas ya estaban lo suficientemente juntas como para poder tocarse a poco que soltaran una mano de la barandilla.
- ¿Quieres ver cómo se corre el conserje?
No lo escuché, pero Leticia me contó luego que fue lo que le dijo a la chica antes de que pasara lo que pasó: que hizo que me corriera como un loco. ¡Dos veces seguidas!
- ¿Te animas a metérmela por el culo? -me preguntó.
¡Esas cosas ni se preguntan! Me clavé contra ella antes de desenvainarla y a punto estuve de correrme de la intensidad. Menos mal que lo controlé porque me habría perdido lo siguiente.
Le lubriqué el ojete con el dedo gordo después de chupármelo un par de veces y Leticia relajó su musculatura con rapidez. ...