1. Secretos entre primos (Final)


    Fecha: 16/04/2018, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues

    ... -Tío, no… Yo…-. -¡No me digas tío! –aulló-. No soy tú tío. Eres… Eres… No eres el Federico que creí conocer. -¡Papá, basta! –dije saliendo cuando oí su palpa chocar contra la mejillas de Federico. En ese momento vi un poco más alejado a Pablo, observando en completo silencio-. ¿Fue Pablo? ¿Qué te dijo? -Nada. Sólo me dijo que había visto que Federico se llevaba una botella de alcohol –respondió-. No pensé encontrarme con esto. -Papá… yo…-. -No digas nada –me hizo callar-. Nos vamos ahora mismo. Me tomó del brazo y me intentó llevar a rastras, pero me solté cuando pasamos junto a Pablo. De un salto intenté lanzarme sobre él y golpearlo con todas mis fuerzas, pero él fue más rápido y de un empujón me tiró al suelo. Papá me levantó y me llevó colgando sobre sus hombros justo como cuando jugábamos cuando yo era pequeño. A la distancia vi a Pablo susurrándole algo a Federico, mientras éste lloraba abrazando sus rodillas. Intenté sacudirme y hablar con mi Padre, pero él estaba tan enojado que ni siquiera medía la fuerza con la que me aprisionaba. La luz de la casa comenzaba a hacerse más grande y la música de su ...
    ... interior se fue escuchando más clara a medida que nos acercábamos. Una vez allí, me lanzó al auto y me dejó allí encerrado. -Pero Papá –intenté hablarle. -No te muevas de aquí –dijo con mirada asesina. Y no me atreví a discutirle. No sé qué habrá pasado dentro de la casa, pero al rato la música se detuvo y salió mi mamá con mis cosas. Entraron al auto y nos fuimos de allí. Desde entonces la familia ya no ha sido igual. Mi Papá creía que Federico me había obligado y no me tomaba en cuenta cuando yo le decía que no era así. Mis tíos lo veían cómo un abusador y varios dejaron de hablarle. Intenté comunicarme con él, pero sus padres lo enviaron a estudiar fuera del país para que se olvidara de mí. Han pasado 2 años, y en cada cumpleaños, cada festividad, cada vez que la familia se reúne, veo a Pablo, y la sangre me hierve de ganas por sacarle los ojos con un tenedor o castrarlo con mis propios dientes. Su sonrisa irónica y sus ojos maliciosos, acompañado de grotescos y morbosos gestos, me revuelven el estómago. Por su culpa me alejaron de Federico, y no pararé hasta que de alguna manera pueda vengarme por eso. 
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