1. Viajando en el tiempo (8) Final


    Fecha: 19/04/2018, Categorías: Incesto Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... la semana de castigos que sufriste y este último servicio con los narcos.
    
    -Te preguntarás por qué no lo cobramos nosotros, de hecho lo hemos cobrado alguna vez, pero no podemos repetirlo, solamente cobramos premios pequeños que no puedan rastrear. Resultaría sospechoso y llamaría mucho la atención con el tiempo, que los premios los cobrasen un determinado grupo y que luego el dinero desapareciera. Y eso no nos interesa.
    
    -Te devolveremos a unos minutos después de tu captura, y deberás tener en cuenta que no podrás hablar de nosotros nunca. Por dos razones: Una que nadie te va a creer al no tener pruebas y ser imposible el viaje en el tiempo en tu época y la otra porque tienes unos ingresos no declarados, que te será difícil justificar ante hacienda.
    
    -Si en algún momento reconoces a alguien con quien hayas estado y se te ocurre hablar con él, serás eliminada sin el menor escrúpulo. ¿Lo has entendido todo?
    
    -Sí, señor.
    
    -¿Estás de acuerdo con todo?
    
    -Sí, señor –Esta vez con algo de duda, y continuó.- Puedo pedir algo, señor.
    
    -Dime qué y veré que se puede hacer.
    
    -Cuando fui secuestrada y estuve retenida en el club, vi a mi marido muy cariñoso con una de las mujeres y querría saber y tener pruebas de lo que hace. Estoy dispuesta a pagarlo.
    
    No le puso pegas. Llamó a una persona a la que dio instrucciones y envió a cumplirlas.
    
    -Antes de irte, tengo que comprobar si ha desaparecido de tu cuerpo la excitación artificial.
    
    -Sí, señor, ¿Qué quiere que ...
    ... haga?
    
    Apartó algunos papeles y material de escribir y le dijo:
    
    -Siéntate en la mesa y deja las piernas colgando. Puedes correrte cuando quieras.
    
    Ella hizo lo que le decía y él aproximó las sillas para que ella colocase los pies, manteniendo las piernas muy separadas.
    
    Se puso entre medio de ellas y recorrió con el dedo los bordes de la vulva, pasando la yema con suavidad. Eva no sentía el efecto de la droga, pero algo había cambiado en ella haciendo que lo necesitase, y una semana sin sexo contribuía a que se excitase con rapidez.
    
    El hombre pudo comprobar cómo el coño se iba encharcando poco a poco, de forma natural. Frotó en círculos sobre su clítoris y notó como crecía y se abría paso entre los pliegues.
    
    Mientras que con una mano le seguía acariciando la vulva por fuera, con la otra se soltaba el cinturón y dejaba caer el pantalón, quedando a la vista su polla con una buena erección.
    
    Se aproximó a ella y sustituyó la mano por la polla, para seguir recorriendo su coño arriba y abajo, frotando bien su gordo y cabezón pene por él.
    
    En un momento tenía el coño tan abierto y bien mojado, que dejaba pasar el glande como si fuera el arado en tierra dispuesta para recibirlo.
    
    -Fólleme, señor. Necesito que me folle.
    
    -Te gusta, verdad. Te encanta mi polla. Sé que te encanta. –Le dijo sin dejar de frotar su raja.
    
    -Sí, señor. Pero fólleme ya. Estoy muy caliente.
    
    El hombre no se hizo esperar más. Colocó la punta en la entrada y la metió de un solo ...
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