1. Las circunstancias obligan a mi hijo a conocer mis hemorroides


    Fecha: 21/04/2018, Categorías: Erotismo y Amor Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    ... centímetros, luego eleva una bolsa como de suero, supongo preparada con líquido para el enema, y comienzo a sentir como este empieza a completar mis intestinos. En eso escucho que de golpe se abre la puerta y asoma la cabeza de una enfermera.
    
    -Doctora, es urgente la necesitan en sala de guardia.
    
    -bueno, ahora voy.
    
    Ahora se dirige a mi hijo.
    
    -mira tienes que terminar mi trabajo, cuando se vacíe esta bolsa, la sacas y colocas esta, van a presión en el pico, es fácil, cuando se termine de vaciar, le sacas la cánula y le haces presión con esta toalla sobre el ano para que aguante lo más posible. Cuando ya no pueda más que lo expulse en este recipiente. Yo enseguida vuelvo.
    
    Nuevamente quedamos solos, pero ahora con una tarea, perecíamos niños y la doctora nuestra maestra.
    
    -¿Lo hago?
    
    -si hijo ya no queda otra, espero que puedas olvidar por lo que te hago pasar y no me juzgues.
    
    Como un obediente soldado comienza su trabajo en la zona de guerra, sigue los pasos sin olvidar detalle, luego termina haciendo presión con la toalla. Me sentía pesada, sentía que un animal quería escapar de mi culo.
    
    -no aguanto mas.
    
    -espera que saco la toalla y bajas para expulsar todo.
    
    Al liberar la presión de la toalla no calculamos o por lo menos yo, que el líquido de mis intestinos al no sentir resistencia tratarían de escapar a mucha presión y eso paso, fueron unos segundo donde mi culo parecía una fuente del Louvre, tal fue la fuerza del chorro que golpeo en la ...
    ... pared, bajo corriendo y me siento en el recipiente donde el chorro continuo se corta con la caída de pequeños pedazos de excremento, para terminar en una verdadera oda al pedo, cortos, chicos, largos, secos pero todos ruidosos. En eso mi hijo acota.
    
    -no nos pueden dejar solos, jaja.
    
    En eso nos tentamos de la risa mientras el limpiaba las paredes con las toallas o lo que encontraba a mano, queríamos ocultar las evidencias de una obra de Jackson Pollock. Mientras tanto me había limpiado y con la pollera baja esperaba el regreso de Carmen. Ya no sentía vergüenza de mi hijo, estaba excitada, pensaba en su pene, era algo que no me podía sacar de la mente. Escucho el movimiento del picaporte de la puerta, es Carmen.
    
    -bueno, chicos perdonen la tardanza, pudieron con el trabajo.
    
    -si ya estoy limpia, si no fuera por mi marido, otro se hubiera escapado.
    
    -veo que te quiere, a ver, este aparato es para la anoscopia, parece grande pero con vaselina entra y podemos ver cómo está el recto.
    
    Sostiene en su mano una especie de jeringa de unos 4 cm de diámetro, con su extremo abierto por donde introduce una especie de cámara de fibra óptica con luz para mirar el interior en un monitor.
    
    -bueno hija, sube a la camilla y te meto esto, va a costar un poco porque eres muy estrecha, espero que no se rompa nada, pero es la única forma.
    
    Ya en posición siento como me penetra despacio con algo que nunca había sentido, el dolor no lo sentía era mayor el placer.
    
    -ya está. Vieron que ...