1. EL DISPARADOR LIBIDINOSO DE MI MADRE


    Fecha: 24/04/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... el gusto de sentirse en otro cuerpo. -Es por eso que decidí contártelo –continuó mi hermana-, a fin de saber qué piensas al respecto. Yo me encontraba un tanto sorprendido con toda la información, que francamente no supe qué decirle en el momento. -Bueno, yo había pensado que qué tal si hablas con ella –agregó mi hermana. -Pero sobre qué –le dije-. Qué le digo, Teresa. -Yo sé que es un tema delicado, por papá, pero también es cierto que ella tiene mucha razón. Estuve de acuerdo, pero francamente no sabía cómo abordar el tema sin que se sintiera lastimada o cohibida. -No sé qué pienses tú, Alejandro, pero seguramente yo le permitiría ese gusto a mamá –sentenció Teresa. El caso es que luego nos despedimos en la calle, pidiéndome que hablara con mamá, que ella haría lo propio con el resto de mis hermanos, y que fuera lo que yo decidiera, ella lo aceptaría teniendo en cuenta que yo era el más “centrado” de todos, y que así se lo haría saber a los demás. Yo regresé a casa todo cabezón, enredado con la maraña de información que me había tirado Teresa, sin saber a ciencia cierta qué era lo que iba a hacer. En los días siguientes no dejaba de pensar en eso, en lo delicado del asunto, siendo consciente que mi madre tenía razón, pero también poniéndome en los zapatos de mi padre, y en lo difícil que sería para mí conocer lo que pensaría mi mujer cuando yo no podía hacer nada al respecto, ante sus necesidades físicas. Intuía que se sentiría muy mal, pero tampoco aceptaría de buena ...
    ... gana que se fuera a acostar con otro. Y, por otro lado, privar a mi madre de su vida sexual sería una posición muy egoísta. Así que dándole vueltas a todas estas conjeturas, poco a poco fui llegando a la determinación de concederle a mi madre su “aventura”, siempre y cuando no lo supiera mi padre y no involucrara el corazón, y para que esto se cumpliera, averigüé con un amigo y me facilitó una tarjeta con servicios masculinos de compañía para mujeres. De este modo estaría a salvo mi madre de involucrar su corazón, al tratarse de un acompañante de una sola ocasión. Bueno, eso era lo que pensaba en teoría. Eso fue lo que le comenté a Teresa, y ella estuvo de acuerdo, porque en el fondo ella también pensaba lo mismo, a pesar del dolor que le provocaba el desconocimiento de mi padre. Cuando tuve la oportunidad de irlos a visitar, dejé en casa a Laura, mi mujer, y a mis dos nenes y viajé a Arequipa. Afortunadamente Laura también tenía planeado con anterioridad visitar a sus viejos, y no puso mucho problema. Ya en casa de mis padres los encontré como siempre, atendiendo su ferretería, y de pronto, al detenerme en mi madre, viéndola atender a los clientes, fue como si se me revelara otra mujer, con su vestido enterizo azul, de pepas blancas, muy ajustado y con un recatado escote donde se asomaban sus senos seductores; con su calzado de plataforma para ganar algo de altura, su cabello recogido en un moño, su cara ligeramente maquillada y sus sonrisa cordial. No sé si fue por estar ...
«1234...9»