Educado una familia Cap VI Parte XIV
Fecha: 28/04/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: wendy1988, Fuente: SexoSinTabues
... y Bat estaba definitivamente estropeado por ese día, pero segura de que muy pronto tendría otra oportunidad para poder verlos a escondidas, me decidí a salir del guardarropa emitiendo grititos e intentando hacer reír a mi mami con mi infantil ocurrencia. -Buuuuuuu. buuuuuuuu. jijijijijijiji. -Ay Julitaaaaaa. me asustaste. niña. yo pensé que no estabas aquí. creí que andabas jugando por el patio. -Ay mamita. perdóname. lo que pasa es que me escondí para espantarte. jijijiji. -Vas a ver, malcriada. jajajajaja. bien que lo lograste. -Oh. no era mi intención mamita. de verdad. -Ay niña. No te apures. sólo estoy bromeando. vine para ver como estabas. -Estoy bien mami. y tú?. -Ay pues yo. qué te diré?. -Qué tienes, mami?. -No. nada. es sólo que…de repente me puse a recordar lo de la otra vez. te acuerdas? -Ay sí. claro que sí. -Bueno, Julita. pensé que quizás tendrías más preguntas que hacerme. recuerda que ese día fuimos interrumpidas por la llegada de tu padre. y como ya no habíamos hablado de eso. pues. pensé que. -Si. nos interrumpieron cuando estábamos en lo mejor, no mami?. -le contesté ardorosa- -Sí, lo recuerdas?. pero ahora que tu papi no está ni tampoco tus hermanos. pensé que tal vez podríamos platicar de nuevo. acabo de ver a Lucy que se fue a jugar al patio con Bat. -Si. -le respondí a secas- ay mami. sí. yo quisiera. hacerlo otra vez. -Pues sólo dime qué quieres, Julita. que yo te lo enseñaré todo. -Hummm. pues quisiera. verte otra vez allí. pero bien. -dije ...
... señalando sus brazos- -Ohhh mi nena linda. yo también deseo eso. no sabes cuánto. -Me lo enseñarás?. -Ay claro. dime qué te gustaría que te mostrara. -Pues. me gustaría que me mostraras primero tus axilas. quiero ver cómo tienes allí. si te han crecido los vellitos. tocártelos. todo eso quiero. -Ay pues ven. pero antes, deja que cierre la puerta por dentro. no vaya a venir alguien. -Si mami. Mi madre se dirigió hacia la puerta y la cerró con pestillo. Yo pude ver mientras caminaba que portaba un hermoso vestido verde claro sin mangas, como siempre lo hacía en temporada de calor, con amplias faldas hasta las rodillas que no por eso ocultaban las estupendas morbideces de su espléndida figura y la blancura de sus bellos y largos brazos. Verla así me calentó hasta el delirio. -Ven Julita. sentémonos en la cama. -Si. -A ver, linda. qué quieres ver. ésto? -me dijo, levantando sus brazos hacia lo alto- -Ssii. -le respondí, enfebrecida y temblorosa- -Bien, Juli. obsérvalos. tócalos. hazme lo que tú quieras. Ella se dejó caer sobre el colchón de mi cama con su cuerpo tendido a todo lo largo y manteniendo sus brazos alzados, mostrando ante mis ojos la extraordinaria blancura y belleza de sus lindos sobacos. Pero lo que más admiraba en ella era justamente el precioso y suave mapa de vellitos a medio rasurar que se formaba en el centro mismo de sus extraordinarias axilas, que sin ser regordetas, sí exhibían una carnosidad fuera de serie que me cautivaba enormemente. Sabedora de que lo que mamita ...