Experiencia erótica de una atea con su ángel guardián
Fecha: 07/05/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: Urawan, Fuente: CuentoRelatos
... boca, vagina o culo; tantas veces fui tentada por la lujuria para que empotrara mis dedos hasta el fondo de mí, que acaricie mi clítoris y calme mi sed de copula pensando en los seres con quien me junte o conquistar a alguna mujer insatisfecha hasta hacerla llorar de lujuria pero no lo hice. Mujeres disponibles para copularlas, las tenía a plenitud en el monasterio bien lo sabía. Fruta fresca y no conocida por ser humano alguno tenía a mi alcance. Mujercitas ingenuas a quien tentar me sobraban, bien lo sabía pero no lo hice.
Las relaciones con ellas me habían sido tanto o más satisfactorias como con los hombres, es más mis mejores experiencias sexuales fueron con mujeres no con machos. Entre mujeres nos conocemos muy bien y sabemos cómo complacer a su compañera y donde estimular para extasiarnos completamente. Conquistar una hermana ingenua sería fácil para mí. Por el hecho de ser mujer sabía muy bien como conquistarlas, pero no nunca lo hice.
Mis mejores ejemplares eróticos desfilaban en mi mente, hombres, mujeres, falos, vulvas, lenguas, dedos, instrumentos eróticos y los múltiples orgasmos que dejaban plenamente satisfecha. ¡Cómo me hacían falta! Pero mi entrega y lo que YAHVÉ me daba y la promesa de tener amor y sexo eterno y fiel superaba esos deseos.
Los orgasmos fueron mis íntimos amigos. Siempre me dije a mi misma ¿cómo habrá mujeres que no los conozcan? ¿Cómo será posible que una mujer no haya sentido esos “flashes orgásmicos” como salen ellos disparados de ...
... lo más profundo de nosotras mismas cuando un grosor, una lengua, unos dedos o un cuerpo ayudan a que broten de su ser mismo? o ¿Qué los recorridos físicos de otra mujer estimulen para que cuan saetas se disparen por allende el espacio?
La solución vino sola. Perdón no vino solo. Sabah mi ángel guardián me apoyaría en liberarme de mis ataduras lujuriosas en más de una vez.
Sabah, me susurraba muy quedo al oído:
-Tangay, Tangay tranquila. Respira profundo. Recuerda Nuestro Señor Yahvé te ama lo sabes, ten paciencia ya llegará el día que te entregues a ÉL. Recuerdas cuando Él te decía: amorcito mío, cariño mío Te amo ven a mí, eres mía estas predestinada para ser mía y tantos arrumacos divinos más. Recuerda, no lo hacía por hacerlo. Él sabe y lo hace cabalmente, es perfecto en acción y dicción. Revive la experiencia de amor cuando me materialice para marcarte para nuestro Señor. Ve su marca, palpala y recuerda que Él te ama es su impronta divina. Tangay, ora, medita su amor, cántale loas de júbilo y el ardor de sexo transmutará en orgasmo divino dado por Yahvé bendito que es más exquisito que el físico.
El trabajo en la comunidad también apoyaba mucho, siempre buscaba el trabajo más duro y que más energía sea necesaria. La madre priora y mi confesor fueron de sumo apoyo que no decir de mis hermanas de claustro. Todas me apoyaban en superar mis obstáculos y poco a poco los superé. Tanto que poco a poco fui escalando posiciones y obstáculos que la vida terrestre se nos ...