1. Ya soy el puto del equipo (XII)


    Fecha: 10/05/2018, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... recorrerla desde la base a la punta y como yo hacía lo mismo, nos pusimos a lamerla en la misma dirección, lo que nos producía placer también a nosotros porque nuestras lenguas y labios se tocaban y parecía que nos besábamos al tiempo que lamíamos la polla de Mauricio. Dejé la polla en boca de Abelardo y me puse a lamer y besar todo el pubis de Mauricio, metiendo la nariz dentro de toda aquella pelambrera rubia, respirando fuerte en torno a la base del pene.
    
    Mauricio estaba gimiendo y moviendo su cuerpo, sobre todo daba pequeños empujones levantando sus nalgas sobre la hierba y como queriendo penetrar algo, la tenía a tope, se había puesto gruesa, roja y la punta blanca y amoratado el anillo. Me acerqué a su oído y le dije suave y mimosamente:
    
    — ¿Quieres eyacular sobre tu cuerpo, en una boca o en mi culo?
    
    Se le cortó la respiración por un momento, me miró, me sonrió y me dijo:
    
    — Sí…
    
    Todo estaba entendido prefería lo último y con mucho cuidado crucé una pierna por encima de su abdomen y me fui poco a poco sentando encima de la polla mientras él suspiraba, gemía, parloteaba inconfundiblemente, cerró los ojos, me aprehendió con sus manos las mías como quien teme caerse y me dejé caer encima de él.
    
    — ¡Aaaah!, soltó largamente, como si hubiera notado la rozadura nerviosa de su polla con mis esfínteres.
    
    Mientras, para que Mauricio pudiera observar algo, le pedí a Abelardo que se pusiera delante de mí, abrí la boca y metió su polla entre mis labios y se la fui ...
    ... mamando al tiempo que me cogía de él para tener la fuerza necesaria de subir y bajar sobre el pene de Mauricio ensartado en mi interior. Noté que me iba tocando la pared de la próstata y me fui calentando más, ya tenía mi erección a tope, solo faltaba un estímulo que llegó enseguida, me senté, me quedé quieto mamando la polla de Abelardo, mientras Mauricio hacía fuerza para elevarme y querer expulsar su semen del que entraron seis trallazos. Me sentí de inmediato tan lleno que solté mis cinco chorros a una velocidad tremenda, llenando la cara y el pecho del rubio de mi delicioso néctar. Segundos, solo unos segundos después, lanzó Abelardo su semen dentro de mi boca que ni pude contener porque estaba muy ocupado con mi culo lleno y viendo el aspecto sonriente de Mauricio disfrutando de ver mi cara mientras sorbía semen de Abelardo por la boca y parte que se me escapaba por los costados hasta caer sobre el propio Mauricio. Yo contemplaba la cara de Mauricio que era un verdadero espectáculo de placer.
    
    Me tumbé sobre él cansado, uní mi cara a la suya, yo mirando al suelo y él al cielo que es donde le habíamos conducido. Con sus manos, Mauricio me cogió la cara, le dio media vuelta y juntó mis labios a los suyos. Se unió Abelardo a la fiesta y nos besamos los tres hasta que nos sentamos para reposar y meditar lo que había ocurrido.
    
    Abelardo y yo guardamos silencio un rato largo, intentando explicarnos cada cosa ocurrida con Mauricio, hasta que este dijo:
    
    — Jamás en mi vida ...
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