1. Ya soy el puto del equipo (XII)


    Fecha: 10/05/2018, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... palas que había y llevar los balones que habían traído, aunque allí encontraron más. Otros se fueron a la piscina y los pocos que quedamos nos distribuimos las cosas a devolver a la cocina y de allí pasamos a la piscina.
    
    Llegó la noche, después de la cena, se pusieron algunos a ver la televisión, había un 4k de 60’’ y los demás pasearon. Abelardo y yo nos fuimos al campo para hacer el amor, buscamos una zona con hierba y nos tumbamos con la idea de hacer directamente un 69, previos los besos de animación. Estábamos felices por cómo nos iba saliendo todo. Le pedí que me comiera el culo para su penetración y se dio la vuelta, se puso cara arriba, me monté sobre él besándole desde la cabeza hasta su pubis, pasando por las tetillas lamiendo con la punta de la lengua sus pezones, luego continué por la zona central mientras hacía, sin más remedio, lo mismo que yo, solo que yo avanzaba con mis manos y él me acariciaba los costados, hasta que puse mi cara sobre su polla, contemplándola de cerca y produciéndole ganas, tantas ganas que no tardó en lamerme el culo, desde la coxis hasta el escroto recorriendo por el ano y acariciando con su lengua mi zona más sensible, el perineo; se detenía en la zona junto al escroto que sabe que me hace temblar del placer que me produce, yo sé que a él le gusta que le toque las rodillas, los muslos, las ingles y sobre todo el glande. Si a él le gusta yo lo disfruto.
    
    Tenía que parar mi actividad con su polla o se venía, pues ya estaba ...
    ... gimiendo y notaba que iniciaban los espasmos propios de la eyaculación. Sin dejar que se ablandara, disminuí la actividad y le dije:
    
    — ¡Métemela!
    
    Me había parecido que se lo dije como si se lo ordenara y repetí:
    
    — Por fa, Abelardo, métemela, la deseo, hazme tuyo, por fa.
    
    Le gustó más este modo de hablar. No hay nada mejor que conocer a cada quien, a Abelardo le pides un favor en lo que sea y lo obedece mejor que si se lo mandas. Me cogió los pies, los levantó y puso mi culo a la altura de su polla, amarré con mis piernas su cintura y me metió poco a poco su polla pero de una sola vez. Se quedó quieto y le dije:
    
    — Sigue, sigue, y folla duro.
    
    Comenzó su vaivén cada vez más rápido y me hacía gozar tanto que yo mismo escuchaba mis gritos de placer. Comenzó a gemir fuerte y ya notaba su polla en mi interior latiendo e iniciando los espasmos. Apretó de un empellón su pubis hacia mi culo como si quisiera que entrara lo que ya estaba dentro, pero su cuerpo le exigía ese ejercicio de meterse para comenzar a eyacular y noté sus chorros invadiendo mi ser interior. Se cayó de rodillas sobre la yerba y me dejó en el suelo, luego inclinó su cuerpo encima de mí en el mismo momento en que eyaculaba lo mejor de mi vida, le llené su pecho y su cara en recompensa de lo que me había dado y nos unimos en un fuerte abrazo y un beso largo con las lenguas saboreando nuestra boca. Estábamos quietos, muy quietos, como que seguro que nos íbamos a dormir sin darnos cuenta.
    
    —Doro, Doro ...
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