1. Yo no quería ser "putita"


    Fecha: 13/05/2018, Categorías: Incesto Autor: Vanessa0022, Fuente: SexoSinTabues

    ... un día en que le dije que podía tocar mis senos. Inmediatamente, bajó los tirantes de mi camiseta, acariciando mis hombros y mi pecho lentamente. Sus manos no llegaban a mis senos. --¿No me vas a tocar los senos? –dije, algo impaciente. --Sí, claro. Solo disfruto verlos, son tan bellos. Mis pezones ya estaban duritos cuando bajó sus manos a mis senos. Los acariciaba despacio, apenas rozando mis pezones con las yemas de sus dedos. Yo sentía que me quemaba. Acercó su cara sacando su lengua un poco, pero la detuve. --No, con tu boca no. --¿Por qué, Vane? --Simplemente no. Su pene volvió a ponerse tieso, lo cual me sorprendió. Yo estaba por decirle que ya se saliera de mi habitación. Se lo empezó a tocar él con una mano, mientras con la otra acariciaba mis senos y mi cara. Quité su mano para hacerlo yo, sin prestar mucha atención a que ésta vez su pene apuntaba directamente hacia mí, a diferencia de las veces anteriores, en las que intentaba no mancharme mucho. Lo seguí masturbando y cuando llegaron los espasmos, él quitó sus manos de mis senos y los chorros cayeron en mi pecho y senos. Era más semen de lo habitual. Me molestó un poco que lo aventara a mis senos sin preguntar, pero me gustó esa sensación. Me gustó ver mis senos cubiertos de semen. Se hizo habitual que yo lo masturbara mientras él me tocaba los senos. Incluso empecé a ponerme rodillas y masturbarlo con ambas manos. Cada vez le tomaba más confianza a masturbarlo. Una noche, mientras estaba masturbándolo, me pidió ...
    ... que lo metiera a mi boca. Me negué, pero cuando me pidió que lo escupiera, lo hice. Me pidió varias veces que lo hiciera para mantenerlo mojado entre mis manos. Lo seguí masturbando hasta que se corrió en mis senos nuevamente. Cuando me dio pañuelos para limpiarme, se acercó y me besó la boca. Era increíble que mi primer beso viniera de mi tío. Y ahora que lo pienso, era aún más cómico que el beso llegara después de varias semanas de masturbarle y ver su semen caer sobre mi cuerpo. Dejó de buscarme toda una semana. No entendía por qué. Quería preguntarle, pero quedamos de no hablarlo nunca. Era algo que solo quedaría para las noches, como si tuviésemos alguna personalidad oculta. No lo hablábamos, aunque estuviéramos solos. Una noche esperé despierta por una hora y no llegó, entonces decidí ir yo a buscarlo. No pude abrir la puerta de su habitación, entonces toqué. Él abrió y cuando entré, estaba mirando la televisión: una chica desnuda que se estaba metiendo el pene de un hombre a la boca. --¿Por qué miras eso? ¿Prefieres ver eso que ir conmigo? –me sentía traicionada. --No, no es eso, Vane. Solo es fantasear con algo diferente. A tu tía no le gusta hacerlo y tú tampoco quieres. --¿Por qué lo hacen? --Es algo muy rico. Yo he intentado besar tus senos, pero no me dejas. Tu cosita no me dejas ni tocarla, menos me dejarás besarla. --Claro que no. --La boca te da otras sensaciones, y extraño esas sensaciones. Me quedé de pie un instante, sin saber qué decir. Él hizo un gesto con ...
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