1. Alas rotas.


    Fecha: 15/09/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que eres un amor. Yo no te voy a hacer nada malo, tranquilo. Estoy aburrida y quiero divertirme un poco, a la vez que te haré recordar quien soy.
    
    Durante una hora aproximadamente ella y yo hablamos de temas que nunca creí poder hablar con una mujer. Resultó que se llamaba Margarita, estudiaba medicina y tocaba el piano. Durante la conversación la vi muy interesada por los temas que yo tocaba, que no eran nada más y nada menos que matemáticos. La puse a prueba para saber si de verdad tenía interés en lo que le decía o no: Empecé hablándole del porqué se llamaban numero irracionales a los que no eran decimales sin fin. Ella me dijo un par de curiosidades que había oído de aquella historia. Luego fui subiendo la dificultad hasta hablar de la hipótesis de Riemann, como se demostró la conjetura de Fermat, algunos problemas de la lista de Hilbert, etc. De algunos le demostraba su importancia en la vida. La tecnología en los hospitales depende mucho de bases y fundamentos de la matemática más pura y dura que se puede imaginar, eso la impresionó de verdad. Mientras compartíamos aficiones ella tomaba de la botella mientras yo fingía hacerlo para luego botarla a una basura cerca mío cuando ella se despistaba.
    
    Yo estaba alucinando de que eso pudiera ser real. Jamás en mi vida había estado tan feliz. Ella no paraba de sonreír y de interesarse por mis pasiones. Me sentí en el Nirvana, ella era perfecta.
    
    -Bueno, basta de charlas. A lo que vinimos.- dijo un poco pasada de ...
    ... tragos.
    
    -¿Y a que quieres jugar?
    
    -Es demasiado sencillo. Te diré dos anécdotas mías, pero una va a ser falsa; si no aciertas cual es la falsa, debes tomar un "shot" de Ron; Si la adivinas, yo tomaré dos. Después deberás decirme dos anécdotas tuyas, con la misma mecánica que antes.- Debía poner mi cerebro a maquinar a su máxima potencia, porque no tenía ninguna anécdota de fiestas, ni de cosas muy alocadas como estaba convencido que ella iba a utilizar.
    
    -Está bien, juguemos.
    
    Pasaron las rondas y ella falló muchas, yo no tanto, pero si tuve que tomarme algunos vasos de ron añejo. Todo iba normal, nos reímos un montón y fuimos descubriendo muchas cosas el uno del otro. Me di cuenta que las anécdotas que resultaban ser falsas tenían algo en común: Tenían que ver con una conferencia.
    
    "Hace dos años estuve en una conferencia de matemáticas y un chico me intentó ligar al frente de su madre..."
    
    "En una conferencia a la que llegué ebria, me vomité al final de la presentación"
    
    "Cuando estaba en una conferencia tuve que recoger mi celular y una ráfaga de viento levantó mi falda"
    
    "Mi compañero de piso, después de asistir a una conferencia de microbiología, me obligó a limpiar con él el piso entero"
    
    Esos son unos ejemplos de las anécdotas que decía como falsas, al principio pensé que eran por falta de creatividad, pero me equivocaba.
    
    Después de que ella ya estaba un poco tomada la dije que se fuera a una pieza de la habitación para que durmiera. Pero ella tenía miedo ...
«12...456...»