El hechizo de Bannete: Captura y hechizo
Fecha: 16/09/2021,
Categorías:
Humorísticos
Autor: Acertijo, Fuente: CuentoRelatos
... cuestiono el coordinador con aquella sonrisa que tanto odiaba.
— ¡¿Magia Pokémon?! ¿Acaso esto es acaso una mala broma? —inquirió ella con incredulidad.
—Bueno, debo de decir que yo también estoy muy sorprendido por lo bien que esto funcionó, cariño. Todo esto fue bastante costoso, pero me da gusto ver que valió la pena.
— ¿Y qué es lo que quieres, maldito enfermo? —preguntó May llena de ira e impotencia.
—Ya te lo dije, cariño. Te amo y te deseo ¡Y serás mía por las buenas o las malas! —dijo él mientras se acercaba a tocar el rostro de May
— ¡Nunca! ¡Hechizada o no, yo jamás seré tuya! —respondió la chica tratando de alejar su mano de su piel.
—Eso ya lo veremos, preciosa. Pero no dudes que domarte será una verdadera delicia y lo voy a disfrutar como no puedes imaginar —contesto Harley acariciando la tersa piel de la castaña antes de tomarla de la mano.
— ¡Ahora ven conmigo! —le ordenó mientras la conducía hasta el amplio sofá de la estancia, y por más que lo intentaba May no podía encontrar la forma de resistirse a sus indicaciones, en esos momentos la chica era prisionera de su propio cuerpo por lo que el coordinador tenía el control total de la situación.
—¡Topless, linda! ¡Siempre he querido saber si esas bellezas son naturales! —dijo Harley con lujuria y sin quitarle la vista de encima a los desarrollados pechos de la chica de Hoenn, quien de nueva cuenta trataba de luchar contra el maléfico influjo que dominaba su cuerpo.
Pero todo era inútil ...
... ya que totalmente en contra de su voluntad las manos de May tomaron el borde de su blusa y comenzaron a subirla por su terso abdomen hasta revelar sus impresionantes pechos cubiertos por un sencillo sujetador de algodón blanco, antes de removerla por completo y arrojarlas al suelo.
Por su parte Harley tomó asiento en el sofá y con una gran sonrisa disfrutaba de cada segundo del erótico espectáculo y de la inútil lucha que May hacía para tratar de detener a su propio cuerpo.
— ¡Quién lo diría! ¡En verdad son naturales! —exclamó Harley sorprendido en cuanto el sujetador de la chica cayó al suelo, por lo que sin perder el tiempo rápidamente se acercó y empezó a acariciar con descaro su suave piel.
—¡Harley, detente por favor! —suplico la hermosa coordinadora mientras su rostro se teñía de un adorable color rojo de vergüenza, y tratando de negar lo mucho que la excitaba en el fondo.
—¿No vas a decirme que no te gusta, cariño? —le preguntó Harley con una sonrisa lujuriosa mientras sus manos recorrían cada centímetro de los pechos de la chica antes de apretar suavemente su pezón derecho.
— ¡Claro que no! ¡Eres un miserable cretino y pervertido! ¡Y te detesto! —le gritó May furiosa y con su rostro enrojecido de vergüenza.
—Pero tus lindos pezones cuentan otra historia, cariño ¡Tu podrás mentirme, mi querida May, pero tu cuerpo sabe lo que quiere! ¡Y se que a tus lindos pechos les encanta esto! —exclamó Harley mientras tomaba los pezones de la joven entre sus dedos ...