1. Su amigo (Segunda y tercera parte)


    Fecha: 27/09/2021, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Dany Campbell, Fuente: CuentoRelatos

    ... placer, quería observar lo que ocurría allí arriba pero mi vista se pegaba como imán hacia su conejito encuerado.
    
    -Mmm… Que ricooo…
    
    Hostias, se me estaba entrecortando la respiración. EL, parecía todo un profesional.
    
    -Me está dando calor. Bebé, ¿me sacas el pantalón?
    
    Joder macho, me estaba poniendo palote. Le desprendo el botoncito, bajo el cierre, pongo mis dedos a ambos lados y se lo voy quitando con suavidad. Ella me ayudaba arqueándose, ¡oh dios, esa tanguita negra! Ahora mi masaje era piel con piel.
    
    -Sáquense ustedes los jeans -dice pasados unos minutos, -así no soy la única.
    
    Dicho y hecho, jeans abajo. Volví a mi posición y seguí el masajito. EL, avanzaba su masaje hacia su cintura, quedando su gran bulto a un palmo del rostro de mi chica.
    
    -Mmm… Que olor a pijas -dice con voz sensual. -¡Yo también! -Agregó levantando las manos para acariciar los muslos de su amigo a ambos lados de su cabeza.
    
    Apenas podía ver lo que sucedía porque, si antes estaba atraído, ahora, con esa tanguita negra, me costaba mogollón resistirme las ganas de enterrar la cara ahí. No aguanté más, estaba temblando, me meti a probar ese chochito. Ella gime...
    
    -¡Opaa! -oigo decir a ÉL. -No se pudo resistir.
    
    Levanto un poco la vista y pude ver como ella le estrujaba la polla por encima del bóxer. Bajo la mirada y me pierdo en esos aromas, hasta que ella nos corta. Se estira en la cama, me mira y, otra vez con esa carita, me pide:
    
    -Mi amor, ¿me vas a servir un poco de ...
    ... champagne?
    
    -Ahm… Estem… Okey.
    
    Voy a las prisas, tomo un vaso de la mesa y me meto en el fondo. Hostias ¿dónde está? Busco por el fregadero, la mesada… ¡La heladera joder! La abro, madre mía todo lo que había, ¿dónde coño está?, “apa-pa-pap... ¡Allí!”. Saco el corcho y sirvo de golpe, ¡coño, la espuma joder! Espero a que se baje y termino de servir. Voy a pasos apretados. Cuando me adentro al pasillo, escucho unos gemidos que me dejan helado.
    
    Llego temblando, y me quedé con los ojos como platos. EL, desnudo, con la cabeza de mi chica en uno de sus muslos haciendo de almohada; y ella, recorriendo con los labios toda esa polla. Con una mano le agarraba firme y con la otra se masturbaba. Le miraba a los ojos mientras lo hacía. Esos ojos azules que brillan, su boquita y esa tranca que salía y entraba.
    
    -Ahjj... -suspira ÉL, levantando la cabeza. Me ve. -Ahí llegó tu bebida.
    
    Paf... otra vez ese sonido:
    
    -¡Al fin! Te tardaste eh.
    
    Se sienta en el borde y le paso la copa.
    
    -Mmm… Que cosa más rica -dice después de darle unos sorbos.
    
    Deja la copa en la mesita de luz y vuelve para seguir con la felación, sólo que ahora a cuatro patas, dejando esas nalgas en pompa.
    
    -Mmm.. Esto también.
    
    -¿Queres echarle un poco de champagne? -Le sugiere
    
    -Pff -se ríe, -¿posta? -EL asiente. Ella me hace señas para que le alcance el vaso.
    
    El tío se baja de la cama y ella se ubica en frente, al pie de la cama. Así sentadita, con la espalda erguida, parecía ante mis ojos una obra ...
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