La historia de muriel
Fecha: 15/10/2021,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... segundos de arriba a abajo con una leve e irónica sonrisa en su boca, se levanta de su silla quedando enfrente de mí; no era muy alta, pero estaba bastante buena, según pude apreciar después de un rápido repaso visual que le hice antes de que me hablara.
-¡Veamos! - me dice y en silencio me empieza a repasar entero nuevamente con la mirada mientras las otras chicas se reían y miraban atentas cuchucheando entre ellas, -Ummmm-, dice seriamente después de unos segundos.
-Eres guapo y muy atractivo, tienes bonitos ojos, -decía mientras seguía su análisis visual- una sonrisa que derretiría a cualquier mujer, una voz agradable y profunda, de verdad eres un espécimen muy interesante, -terminó por decir-.
Acto seguido, y sin que pudiera reaccionar, mete su mano debajo de mi polera y toca mi pecho. Estaba como estatua con mi jarra de cerveza en la mano, riéndome ante la ridícula situación. De pronto rápidamente con su otra mano aprieta mi entrepierna, palpando su contenido en reiteradas ocasiones exclamando solo –mmmmmmmm- la retira, me mira, me sonríe y me dice.
-Lo siento compatriota, no puedo hacer nada por ti, no tienes nada bueno que ofrecer a ninguna de nosotras -y todas al unísono se largan a reír-.
Desconcertado también me largo a reír sin saber muy bien por qué. No me había resultado la conquista y me sentía bastante ridículo ante la situación.
La chilena reaccionó de inmediato al notar mi incomodidad y rápidamente me da dos besos, uno en cada mejilla y ...
... me dice.
–Hola chileno, soy Muriel y estas que ves aquí son Rosa, Carme y Merche, mis amigas-.
-Hola Muriel, gracias por salvarme de esta, soy Andrés-
No había pasado ni un minuto cuando mis nuevas amigas ya se iban, se paran de la mesa para despedirse cuando Muriel les dice –chicas, vayan ustedes, luego las sigo, quiero hablar un rato del terruño que dejamos atrás con mi nuevo amigo chileno-.
Quedamos solos en la mesa y nos pusimos a conversar sobre Chile sin ningún atisbo de chovinismo, luego entramos en temas más personales. Llevábamos un buen rato conversando e indudablemente la intentaba seducir, desplegando todo mi arte y cuando creía que la tenía rendida le dije:
-Muriel, ¿qué te parece si nos vamos a otro lugar más tranquilo y con menos bulla para que continuemos con esta grata y amena conversación?, dije con mi mejor sonrisa y con el mejor tono seductor de voz.
Ella me mira y se larga a reír a carcajadas;
-Mira guapo,-me dice aun riendo- en otras circunstancias aceptaría encantada tu proposición pero cuando te revisé hace un rato atrás, no note que tuvieras una vagina húmeda y resbalosa, tampoco tienes un buen par de firmes y duras tetas- me dice aun riéndose.
-Lo siento Andrés, al igual que a ti, me gustan las mujeres lo mismo que a mis otras amigas, el problema que corroe tu entrepierna no te lo puedo solucionar -terminó por decir sin dejar de reír.
Empecé a menear la cabeza, me largo a reír y con la palma de la mano empiezo a golpear mi ...