1. La historia de muriel


    Fecha: 15/10/2021, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... acciones.
    
    Me abraza y empieza a morder mis pezones duros sin control, metiendo a la vez sus dedos en mi vagina. Sus besos lenguados le dieron un sabor inigualable a mi boca.
    
    No pude dejar de seguir su juego y, frente a frente, con sus dedos metidos en mi vagina, hago lo mismo e introduzco los míos en la suya.
    
    La sincronía perfecta de sus movimientos, simultáneos a los míos, nos dejaran al límite de no querer resistirnos más, renunciando a la razón para dejarnos llevar por la suprema lujuria.
    
    Se giró con una habilidad felina y nos quedamos en la posición del 69. Tenía frente a mi cara su húmeda y caliente vagina totalmente a mi disposición, como ella tenía la mía. Empezamos a saborearnos, sacándonos mutuamente gemidos y gritos de placer.
    
    De pronto mis ganas de poseerla se hicieron más fuertes. Tenía tanta energía acumulada que tomé a Muriel por las caderas, le abrí las piernas y las entrecrucé con las mías, dejando nuestras húmedas y resbalosas vaginas tan pegadas la una a la otra que ambas empezamos a frotarnos frenéticamente sin ...
    ... control.
    
    En ese último momento de descontrol le tomo el cabello con fuerza y le tiro la cabeza hacia atrás, sintiendo en ese instante cómo llegaba a mi vagina una violenta corriente de espasmos que se trasladaban hasta Muriel, para lograr un clímax tan intenso que nos hizo gritar y gemir a las dos desaforadamente.
    
    Era tan inmensa la culminación de nuestro orgasmo que Andrés se acercó en el preciso instante, cuando estábamos vibrando con los espasmos, se arrodilla masturbándose frente a nosotras que jadeábamos acostadas sobre la alfombra y eyacula, chorreándonos a las dos con su viscoso, caliente y abundante lanzamiento de semen.
    
    Luego de eso, Andrés nos abraza y nos dice: ¡par de calientes maleducadas, podrían invitar! es de muy mala educación servirse solas el postre.
    
    No largamos los tres a reír hasta que Muriel de pronto pasa la mano por su vientre, la mira, levanta la vista y con cara de asco le dice a Andrés;
    
    -Joder con el tío guarro, otra vez me bañaste con tu asqueroso moco.
    
    Nos miramos los tres y nuevamente nos largamos a reír 
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