Todos se cogen a mi mujer
Fecha: 15/10/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... hasta que escuchamos la puerta abrirse.
- Te presento a Benito. – le dije a mi marido Andrés. – Es un excelente alumno, hoy rinde el exámen de ingreso.
- Un gusto Benito, y mucha suerte. – lo saludó Andrés.
Afuera acababa de llegar su padre.
- Que contento está mi hijo, cualquiera pensaría que ya aprobó el exámen. – bromeó el hombre cuando vio la sonrisa tonta de Benito.
- Seguro lo va a aprobar. – dije, y me despedí de ambos.
Por supuesto, Benito Aprobó el exámen y entró a la universidad. Después de ese día me escribió muchas veces. Yo le invento excusas, porque creo que si lo sigo viendo se va a terminar enamorando de mí, y eso no me interesa. Pero quien sabe, si sigue insistiendo, tal vez…
Fin.
8
Ya eran las dos de la madrugada. Mi verga, flácida, todavía largaba hilos se semen. El relato sobre el alumno era más largo que los anteriores, y lo leí detenidamente, mientras imaginaba cada escena.
No conocí a muchos alumnos de Valeria, porque las clases eran mientras yo trabajaba. Pero recordaba a Benito, porque me lo había cruzado ese día en el que mi esposa le había dado la supuesta clase en un horario inusual. Recuerdo cuando ella me lo presentó. Me dio buena impresión. Un chico joven, humilde, que se esforzaba por comenzar una carrera. Me dio gracia que su padre lo haya ido a buscar, ya que se trataba de un muchacho bastante grande.
Nunca me hubiese imaginado que, diez minutos antes, terminaba de coger con mi esposa, en mi propia ...
... cama.
No podía reclamarle nada al chico. Cualquiera que se encontrara con una mujer tan bella como Valeria, una profesora lujuriosa dispuesta a entregarse a su alumno, no haría otra cosa más que cogerla. Yo mismo, si me encontrara en una situación similar, caería ante mis impulsos sexuales.
¡Qué solidaria mi Valeria! Dispuesta a calmar los nervios de un adolescente virginal, usando su sexualidad como medio.
Recuerdo que en una ocasión le pregunté a mi mujer si sabía cómo le había ido a su alumno.
- Entró a la universidad, y ahora le está yendo muy bien en la carrera. – contestó.
No reparé en el detalle de que todavía estaba en contacto con el chico. ¡Pero qué le hacia una mancha más al tigre! Eran tantos los detalles en los que no había reparado. A medida que iba leyendo los relatos de Ninfa123, me daba cuenta de que mi responsabilidad en el deterioro de nuestra relación era más grande de lo que creía. ¿Por qué tenía que ser tan predecible? Debí romper, de vez en cuando, la rutina. Debí llegar temprano a casa, alguna que otra vez. No podía ser que Valeria se atreviera a engañarme unos minutos antes de que llegara. Sólo la seguridad de tener un marido torpe y confiado le permitía darse el lujo de caminar en la cuerda floja.
Este sentimiento de culpa, que opacaba mi rencor hacia mi esposa, se sumaba con la inquietante novedad de que me excitaba leer los relatos de Valeria. Me excitaba saber en detalle cómo se cogían a mi mujer.
Pero traté de excusarme. Después de ...