1. Todos se cogen a mi mujer


    Fecha: 15/10/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... circulando por la calle, y había muy poco movimiento de personas. Sólo me crucé con un par de vecinos. Uno trabajaba en la vereda de la esquina de casa, y otros dormitaban en sillones en el patio delantero de sus respectivos hogares. Llegué a la casa de Mario. Esta vez no estaba en el patio, como casi siempre que yo pasaba. Toqué el timbre. Miré a los lados, a ver si algún vecino era testigo de ese encuentro. Prefería que no haya nadie. Así no se inventaban historias distorsionadas respecto a ese encuentro. La charla no duraría mucho, debía ser concisa.
    
    Mario salió con cara de asombro y lascivia. Vestía una bermuda negra, y una camisa rayada que tenía varios botones desabrochados, y dejaba ver su frondoso vello en el pecho. Tenía barba de varios días, que contrastaba con su cabeza completamente calva. Parecía un oso, y no precisamente un oso cariñoso.
    
    - Hola putita. – me saludó.
    
    - De eso te quería hablar. – le dije, y sin dejar que me interrumpa, seguí diciendo. – Mirá, ya sé que hice mal en no ponerte límites. Pero yo estoy casada, y no quiero nada con vos. Te quiero pedir que por favor dejes en paz a mi marido.
    
    Miré a los lados, a ver si algún vecino chusma nos veía. Sólo pasaron dos autos que no creo que sean de personas conocidas, y en la otra cuadra un niño jugaba en la vereda, sin prestarnos atención.
    
    - ¿Y si digo que no? – me contestó él.
    
    - Mi marido no te hizo nada. Por favor no le hagas nada.
    
    Mario soltó una carcajada.
    
    - Qué pollerudo tu ...
    ... maridito. Mandando a su mujer.
    
    - Él no me mandó. No sabe que estoy acá.
    
    - Hay muchas cosas que tu marido no sabe. – Me contestó.
    
    - ¿Cómo? ¿Qué decís? Vos no sabés nada de mí. Y ya me tengo que ir. ¿Vas a dejar de molestarnos? Te lo estoy pidiendo por favor.
    
    - ¿Te pensás que no conozco a las putitas como vos? No tengo cincuenta años al pedo. – me dijo. Y viendo que yo, mientras lo escuchaba, miraba a un lado y a otro, agregó. - ¿Qué pasa, estás preocupada porque alguien te vea acá? El barrio ya te conoce.
    
    - ¿Qué mierda estás diciendo? – dije, exaltada, pero sin levantar la voz.
    
    - Todos los días te veo pasando por acá, meneando el culo para que te mire. Y cuando te digo cosas sonreís como la puta que sos.
    
    - Qué decís. Estás delirando. Y basta de decirme puta. – dije indignada. – ya me tengo que ir.
    
    - Conozco a las trolitas como vos. Traté con muchas en mi vida. Te veo salir sola por las noches. Te veo volver tarde sin el cornudo de tu marido. Todos saben cómo sos. Salvo tu marido. Como dicen, el cornudo es el último en enterarse.
    
    - No tenés idea de lo que decís. Veo que vine hasta acá al pedo. – dije, sintiendo cómo la preocupación aumentaba en mi interior. Nunca fui muy cuidadosa con mis infidelidades, pero no tenía idea de que ya me había ganado el título de la puta del barrio.
    
    Mario abrió el portón.
    
    - Entrá. – me ordenó.
    
    - ¿Qué? – dije, asustada.
    
    - Si no entrás te voy a meter a rastras.
    
    - No voy a entrar. Yo sólo vine a decirte…
    
    - Los ...
«12...272829...42»