Si te la pone, seguro querrás repetir
Fecha: 20/10/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... botoncito, apretame las tetas, hijo de puta me corrooo”.
Por suerte sacó las manos que tenía entrelazadas en mi nuca y pude respirar normalmente, quedando con mi mejilla sobre los vellos del pubis, mientras ella parecía desmayada. Que estaba repuesta supe porque tomándome de ambas mejillas, me llevó a juntar nuestras bocas, en un beso sin urgencias, suave, delicado, rozando lo amoroso, sencilla muestra de hembra satisfecha.
Dos días después me avisaron que la señora de don Manuel deseaba hablar conmigo. Naturalmente concurrí de inmediato. La empleada que abrió, me hizo pasar a la sala donde me iban a recibir.
- “La señora me dijo que va a tomar té, vos qué quisieras servirte?”
- “Un café, por favor”.
Tras corta espera salió la señora, pidiéndome que me sentara a su lado en el sillón grande, pues quería hablar en voz baja. Vestía una blusa suelta que caía más abajo de la cintura de la amplia falda. Ambas prendas blancas. Servido té y café dejó libre hasta el día siguiente a la empleada.
Cuando dijo para qué me llamaba quedé paralizado. Con toda suerte ella conservó la calma y su mirada tranquila me permitió hablar.
- “Señora, no entiendo, qué razón puede haber para que el señor Manuel acepte a un cualquiera como yo teniendo sexo con su esposa?
- “Interrogante largo de contestar y lo voy a hacer en dos partes. Yo tengo cuarenta años, veinte menos que mi esposo. Recordarás que hace unos dos años a él lo operaron y todavía sigue un tratamiento que no ...
... sabemos cuándo terminará. Incluso alguna vez lo acompañaste vos cuando yo no podía. Era un cáncer de próstata y como consecuencia de eso dejó de estar en condiciones de tener relaciones íntimas. Buen tiempo después, cuando él vio que en determinados momentos yo sentía y reprimía mis deseos de sexo, me convenció de satisfacerme con algún profesional. En mala hora acepté, porque el contratado, al enterarse de quienes éramos intentó un chantaje. Por supuesto Manuel informó a la empresa, quienes tomaron cartas en el asunto, ofreciendo además devolver lo cobrado y una compensación por las molestias. Mi marido les dijo que con no saber más de ese tipo era suficiente. Así sucedió, y como si fuera poco el encuentro, en lugar de ser placentero me asqueó, cosa que por supuesto me callé, pues hubiera sido aumentar el dolor de mi marido. Me pude hacer entender?”
- “Perfectamente”.
- “Sigamos. Hace un mes Claudia me contó la relación que mantienen y la verdad es que no podía salir de mi asombro. Nunca te imaginé en eso”.
- “Señora, el único compromiso de lealtad que tengo es hacia su esposo y hacia usted, pues lo que soy y tengo se los debo. Ignoro todo sobre ese matrimonio y jamás nombro o hago alusión al marido de Claudia a quien no conozco ni de vista. Con ella tengo una cordial relación en la que ambos obtenemos placer y además es muy generosa conmigo. Sobre su proceder no me atrevo a opinar. En esto sigo el refrán de una señora del orfanato: <Más sabe loco en casa propia que ...