Si te la pone, seguro querrás repetir
Fecha: 20/10/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... tengo fuerzas para sobreponerme. Estoy loca de deseo. Las ganas de sentir el placer que sabés darme me han desequilibrado”.
- “Somos dos los descontrolados”.
Me arrodillé y, mientras levantaba el ruedo del vestido, besaba sus muslos blancos. Al llegar a su pelvis la hice tomar el vestido para tener mis manos libres y acariciar su sexo que se ofrecía desnudo. Mi boca ocupó el lugar de las manos y en poco tiempo sus quejidos aumentaron de volumen preanunciando el orgasmo. La tuve que sostener para que no cayera al suelo.
En brazos la llevé hasta la mesa acostándola de espaldas.
- “Así quiero tenerte para disfrutar observando tu placer”.
La deslicé hasta que sus nalgas quedaron al borde y llevé sus rodillas a tocar los hombros. La penetración me llevó su tiempo, pues cada gesto, cada sonido, cada movimiento de párpados, ocasionaba una detención para disfrutar el instante. Llegado al fondo siguió el retroceso y así varias veces hasta que habló.
- “Ahora, ahora hasta el final, las tetaaaas apretalas fuerteeee, acabo, acabooooo”.
Imposible frenar mi corrida, así que la acompañe derramando toda mi leche en el conducto que tiernamente me acogía. Cuando vi que se estaba reponiendo la cubrí ayudándola a levantarse. Cuando volvió del baño ya arreglada tomó su teléfono para hablar con don Manuel.
- “Hola querido, me dijiste que te llamara diciéndote cómo estaba. Estoy bien y satisfecha. Corporalmente disfruté, pero anímicamente disfruté más porque él es obra ...
... tuya. En todo momento se condujo con la nobleza que vos le inculcaste. Gracias mi amor “.
- “¿Está bien don Manuel?”
- “Seguro que no, aunque lo calle. Estas cosas siempre duelen. En este caso, la profundidad de su amor por mi probablemente atempere el dolor”.
- “Espero que esto no me aparte de su afecto”.
- “Seguro que no. Ahora deseo reunir fuerzas para no llamarte de nuevo ni venir acá. Manuel es el amor de mi vida y no pienso agregarle más dolor al que ya sufre por la enfermedad”.
- “Te entiendo y creo que tenés razón”.
Me despedí de ella con un abrazo de sincero afecto, apartándome de inmediato, pues si lo prolongaba seguramente el cuerpo me hubiera traicionado.
Mis reuniones con las dos señoras amorosas siguieron sin alteraciones. En una de ellas con Claudia tuve que hacer un buen esfuerzo para permanecer impasible.
- “Ayer salimos a tomar el té con Cecilia”.
- “Qué bueno, y cómo anduvo la reunión”.
- “Hermosa. Por supuesto, ni ella ni vos lo van a aceptar, y está perfecto que permanezcan callados. Pero la cara radiante de mi amiga indica claramente que está muy bien cogida. De ahí, a concluir que vos sos el responsable, resulta más sencillo que obtener cuatro sumando dos más dos. Como los quiero a ambos esta es la primera y última vez que toco el tema, sean felices. Ahora vení y haceme explotar de placer como sabés hacerlo.
La enfermedad de don Manuel progresó mucho y eso lo obligaba a permanecer en cama. Algo más de un mes de la segunda y ...