Me salvó del violador y me cogió él
Fecha: 15/12/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... Cuando entró me dio el grande y le agradecí con un beso en la mejilla. Su perfume me embriagó. Carla vino a recibirlo y cuando le dio el ramo pequeño, ella saltó y lo abrazó por el cuello y le dio un beso también en la mejilla.
“Escuchame bombón, sos un divino. ¿Por casualidad no tenes un hermanito menor tan divino como vos? ¿O mejor, no tenes ganas de ser novio de mi vieja, porque con vos seguro que va a estar “más feliz”?.” Dijo sin ponerse colorada pero haciendo que mis mejillas se pongan al rojo vivo.
Cenamos charlando de todo un poco, soportando las indirectas de Carla, él respondiendo con mucha altura y una pizca de doble sentido muy inteligente. Justamente el tipo de hombre que siempre me gustó: educado, de buen humor y con la inteligencia justa para hacer bromas sin que caigan mal. Su mirada hacia mí siempre fue seductora, como su actitud, una seducción natural, para nada forzada.
“Chicos los dejo. Voy a tener cyber sexo con un pendejo que me tiene loca.” Dijo. Yo me puse roja de vuelta. Me dio un beso y luego le dijo a Ricardo: “Es mentira, pero se pone loca cuando digo cosas así.” Luego le dijo algo al oído le dio un beso y se fue.
“Por favor, trata de hacer de cuenta que no te dijo nada. Tiemblo en pensar que te dijo.” Le dije.
“Tranquila, nada grave. En realidad me pidió que te parta la boca de un beso.” Dijo sonriendo.
“Que chica, por Dios.”
“Bueno, me voy yendo, te agradezco la invitación, excelente la comida y espero en algún momento ...
... aceptes que te invite a cenar afuera.” Dijo.
“Espera Ricardo, te sirvo un café o un whisky, no es necesario que te vayas tan pronto, a menos que te estén esperando.” Dije sin pensar las cosas ni saber por qué las decía.
“No me espera nadie. Acepto el café y el whisky.”
Nos sentamos en el sillón del living, y yo directamente me senté junto a él. Yo me sentía una tonta. Solo temblaba, no hablaba. Y cuando hable…
“Rick, por favor, abrazame.” Dije
El pasó su brazo por mis hombros y me abrazó atrayéndome suavemente junto a él. Lentamente me fui excitando. El aroma de su piel y su perfume, saber que fue capaz de arriesgar su vida por mí, sentir toda su masculinidad. Abrí su camisa y comencé a besar su pecho, su abdomen y fui bajando hasta su pene, que liberé rápidamente de su pantalón y su bóxer.
Primero fui lamiendo desde las pelotas hasta la punta, luego lo metía y sacaba de mi boca. Su mano buscó uno de mis pechos y los apretaba dulcemente. Su otra mano, me tomó por la cabeza y guiaba mis movimientos. Yo tenía una pollera amplia que con cuidado corrí al igual que la tanga para meterme esa hermosa pija en mi concha. Subía y bajaba cada vez con más ritmo y fuerza.
Me acerque a su boca y lo comencé a besar.
“Dios, ni sé que estoy haciendo, pero me gusta, no me puedo frenar, me calentas mucho.” Le dije.
El aprovechando la proximidad comenzó a chupar mis pechos en forma desaforada. Mi calentura subía a niveles extremos, que pocas veces había alcanzado y eso había ...