1. Una mujer para todo uso


    Fecha: 15/12/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: zari, Fuente: CuentoRelatos

    ... boca abajo, puso la almohada y otro almohadón entre la cama y mi cadera levantándomela y mientras los demás de pie miraban curiosos me montó desde atrás.
    
    Esta vez entró brusco y seguro hasta mi fondo casi sin resistencia, me había desgajado y solo sentí que me atravesaba hasta los riñones creo que perdí el control y creo que me orine, sí, me oriné pero no me importo ya, ese dolor me llenaba, llenaba ese inmenso vacío que había dejado. Y si me partía por la mitad como durante el dolor de mis partos era un precio justo y me entregué a él. Me entró hasta que le sentí en los riñones, me dolía todo dentro pero solo quería sentirlo palpitar dentro mío aunque mi cuerpo aplastado dependiera de ello, de su cuerpo dentro del mío confundidos en uno solo. Aunque me hiciera desaparecer cuando me explotase dentro. Entraba y salía de mí entre sus codos que me rodeaban encerrándome allí en la cama bajo él con su olor como hembra abierta y en liquidación. No necesite que me tocasen para que me viniese un orgasmo más después de otro entre su cuerpo que aplastaba el mío. Y finalmente lo hizo, explotó dentro de mí, pero yo no era yo. Era de él. Era él. Y si él necesitaba explotar y yo desparecer iba a hacerlo. Y explotó y yo desaparecí entre el dolor y el placer y una extraña sensación de gratitud, sí de gratitud. Desaparecí entre ese sufrimiento y ese placer. Luis me dijo al día siguiente que me había puesto boca abajo en la cama y me montó por atrás y simplemente mi cuerpo desapareció bajo ...
    ... él, que terminó rápido dentro mío. Claro que me tapó, sino le llegaba a las tetillas y pesaba más del doble que yo, después Luis me dijo que yo solo exhalé cuando esa verga me llegó a la cintura y explotó dentro de mí. Yo me desvanecí.
    
    "Estaba entregada", ahora entiendo lo que significa realmente la expresión esa. Que me partiera, me destrozara por dentro, que postrara mi clítoris y me destruyera allí no importaba, en esos momentos solo quería besarlo, besar cada parte de su cuerpo, lamer sus axilas, acariciar sus pies e introducir mi lengua en su ano si era su deseo, pero se había ido, el momento la epifanía terminaba, había hecho que me entregara a él, allí en esa silla en la sala y ahora en la cama del dormitorio. Eso era entregarse a un hombre, algo que Jorge Luis vio y que mi ex nunca sabría, me había destrozado por dentro me había hecho quebrar mis uñas de dolor, pero había hecho que mi cuerpo fuera parte adefesio del suyo.
    
    Quedé tirada en la cama de la pieza oscura, inconsciente quizás, abandonada, mi mente debió estar en otro lugar, porque sentí en la oscuridad de la pieza que ellos hablaban como a lo lejos, hasta que uno, verdaderamente no sé cuál, me acomodó en cuatro en el borde de la cama como rana con su culo parado y mi cara se hundió en el plumón justo sobre el orín y el semen que dejase el Gringo, esa lechosidad se me pegó a mi nariz a mis ojos, a las mejillas, era mucha, me entró a la boca, nadie se dio cuenta, estoy segura. Y disfruté esa leche de ese ...