1. Mi madre en Italia


    Fecha: 22/12/2021, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... vaso de agua. Cada noche, antes de cenar, Virginia preparaba un vaso de agua y dejaba dentro una pastilla para dormir. Así, una vez en la habitación, se lo bebía y se dormía más fácilmente. Roberto no sabía que ella tomaba esa medicación. Llevaba haciéndolo desde que su marido la abandonó.
    
    Roberto estaba tan sediento que cogió el vaso de su madre y bebió hasta la mitad.
    
    Era un piso bastante grande. En un extremo estaban las habitaciones y los baños, en el medio del pasillo, la cocina y la lavandería. Al otro lado estaba el enorme salón con una gran mesa en el centro y dos sofás pequeños, y justo enfrente otra sala de estar algo más pequeña, pero muy espaciosa. En esta sala de estar había otros dos sofás más grandes, con una televisión y un pequeño balcón. Ambos espacios estaban conectados por unas puertas plegables muy anchas.
    
    Roberto salió de la habitación y caminó despacio hacia dónde todos se encontraban. Para su sorpresa, se habían movido de sitio y se habían metido en la sala de estar. Las luces del salón estaban apagadas, y antes de poder llegar a encenderlas, empezó a marearse. Como pudo se tumbó en uno de los sofás, soñoliento y agotado. Desde allí pudo verlos a todos. Bebían y se reían pero ya no jugaban a las cartas. Parecían hablar, sin más. Le pesaban los párpados. Se dormía en pequeños intervalos de 5-10 minutos. Lo sabía por los saltos en las conversaciones. En un momento, cerca de las tres de la mañana, escuchó a su madre hablar y trató de seguir el ...
    ... hilo de la conversación. El resto de gente hablaba también entremedias y complicaba el proceso. Todos parecían ya bastante borrachos y desinhibidos. Una de las chicas desconocidas preguntó cuánto tiempo llevaban sin acostarse con alguien. Yo casi dos semanas, empezó.
    
    Una semana, dijo su otra amiga.
    
    Dos días, dijo Nicola sonriendo
    
    Dos días, dijo la compañera de Nicola. Miró a Nicola y sonrió.
    
    Todos se rieron. Luca y Virginia permanecieron en silencio.
    
    ¡Vamos! Dijo la mujer que había lanzado la pregunta. ¡Responded! Venga Luca, que seguro que con lo que guardas ahí debajo no pasas mucho tiempo sin tener a alguna detrás de ti. Dijo ella poniendo cara de malvada.
    
    Luca miró a Nicola sorprendido. Se rieron. “Tenía que contarlo, tío”, dijo Nicola sonriente.
    
    El lunes fue la última vez. - Respondió por lo bajo Luca, resignado.
    
    Entonces todos miraron a Virginia. Estaba roja, pero no dudó en responder.
    
    Pues unos dos años. Dijo.
    
    Todos exclamaron de sorpresa. Una de las chicas gritó que eso no era posible. Se quedaron un rato callados y en shock. Roberto, a pesar de la sorpresa de escuchar a su madre hablando tan abiertamente del tema, se quedó de nuevo temporalmente dormido.
    
    Al despertar quince minutos después, Nicola y su compañera habían desaparecido. En el balcón estaban Virginia y Luca, bastante pegados el uno al otro. Las otras dos chicas estaban medio dormidas en el sofá de la esquina. La puerta del balcón estaba abierta y pudo escuchar un gemido leve ...
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