1. Mi madre en Italia


    Fecha: 22/12/2021, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... escapando de la boca de Luca. Hizo un movimiento raro y se giró hacia Virginia, que miraba hacia abajo sin moverse. Luca acercó su boca al oído y le susurró algo. Él sonrió y ella se giró también hacia él un poco más. Roberto pudo ver cómo el brazo de su madre se movía, y un escalofrío terrible le recorrió el cuerpo en un instante. Estaba haciendo un esfuerzo brutal por mantenerse despierto. Luca volvió a acercarse al cuello de su madre, esta vez para dejarle un beso. Después otro. Ella, poco a poco, iba cediendo levantando la cabeza y dejando desnudo todo su cuello. Su brazo no dejaba de moverse.
    
    Roberto volvió a quedarse dormido unos minutos.
    
    Despertó. Una de las chicas se había ido y la otra permanecía dormida en la misma posición. Roberto se arrastró hacia adelante en el sofá para alcanzar a ver lo que estaba ocurriendo dentro. Llegó hasta el borde, desde dónde podía verlo todo, y casi le da un infarto.
    
    Luca estaba sentado en el sofá, con el torso desnudo y la cabeza recostada mirando al techo. Sentada a su lado, con la cabeza en su entrepierna, estaba Virginia. El miembro de Luca era descomunal y apenas podía introducir la mitad en la boca. Ella trataba de abarcar el resto con sus manos, haciéndole una paja a una velocidad brutal. Parecía ansiosa y él gemía cada vez más.
    
    “Para o me corro”, le dijo. Sujetó su cabeza con ambas manos y la acercó a él para fundirse en un intenso beso. “Ponte encima”, dijo. “Hay que acabar con esa sequía”. Los dos se ...
    ... rieron.
    
    Virginia se puso en pie. Se quitó la camiseta y el pantalón lo más rápido que pudo. Después tiró las bragas al suelo. Se colocó a horcajadas encima de Luca, todavía con el sujetador puesto, y le pidió que se lo quitase. “Si eres capaz de quitármelo, son todas para ti”. - Le dijo ella, excitada.
    
    Roberto la veía de espaldas. Tenía un culo magnifico. Sólo tenía muchas ganas de vomitar.
    
    Luca tardó cinco segundos en quitar el sujetador. Lo lanzó al sofá donde estaba la otra chica, que se despertó con el impacto. Él se lanzó a por las tetas y las devoró con ansia, sujetándolas con ambas manos. Mientras, Virginia se acomodaba y trataba de meterse aquel enorme miembro. En cuanto lo consiguió dejó escapar un pequeño grito. “Oh..., joder”, dijo en español.
    
    Y sin que su amante dejase de devorarle las tetas, ella empezó a subir y a bajar cada vez con más velocidad. La chica dormida, ya consciente pero totalmente borracha, exclamó: “Joder, qué maravilla”, y se quedó allí tumbada mirando el espectáculo en silencio.
    
    Roberto miró a su madre de espaldas cabalgando sobre Luca durante varios minutos que le parecieron interminables. De vez en cuando Luca soltaba aquellas preciosas tetas para rodearle la espalda y apretarla contra él. Ella, mientras tanto, hacía todo lo posible para evitar gemir muy alto. Aún así era bastante escandalosa.
    
    En el instante en el que el ritmo bajó y estaban a punto de cambiar de postura, Roberto cerró los ojos por un momento y se durmió hasta pasadas las ...
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