1. Erick, Laura y yo


    Fecha: 15/01/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    Soy Hernán. Trabajo en el negocio de mi padre y me deja tanta libertad de operación, que he hecho ciertas innovaciones orientadas a obtener mejores resultados. Una de ellas es la información del estado de su negocio a domicilio. Por eso, visito a domicilio a todos mis clientes para informarles de sus negocios llevados conmigo, de la normativa, del estado de los impuestos, etc. No me gusta que vengan a la oficina, por eso dedico tres días a la semana a visitarlos, siempre sin prisa y les doy buenas noticias. Cuando estas no son tan buenas les llamo a la oficina. Por eso este año, que no he llamado a ninguno, he recibido muchas felicitaciones de todo el mundo, comenzando por mi padre. Normalmente les veo en sus casas a horas en que quedamos, unas veces es breve otras es más larga, algunos me invitan a comer, otros me invitan a tomar una copa en un bar, a otros me toca invitarlos a mí. Los negocios son negocios, no exigencias.
    
    Cierto día de primavera avanzada iba buscando a uno de mis clientes que se había puesto a vivir en un lugar muy apartado y escondido de la comarca. Llevaba ya tiempo buscando y no encontraba la casa. La verdad es que todas las casas estaban dispersas y encontrar una en concreto sin muchos detalles no era fácil de localizar.
    
    Me introduje, tal como me habían indicado, en un camino estrecho por el que mi coche cabía muy ajustado con unos árboles a la derecha y a mi izquierda un desnivel de unos dos metros y medio o tres, tal como pude comprobar más ...
    ... tarde. Toda mi preocupación era que no viniera nadie por delante.
    
    Había llovido toda la noche y ese camino estaba lleno de charcos más o menos grandes. Iba con cuidado de no patinar porque también la tierra era pura arcilla y el lodazal tremendo. Me paré sin apagar el motor ante un gran charco donde yo no podía ver que había debajo de aquella agua tan barrosa y blanquecina. Lo que me vino a la cabeza es que allí había un enorme charco peligroso lleno de barro de arcilla, buena para hacer botijos, pero no para cruzar los coches. Así que mejor no seguir adelante. Según lo que me habían indicado, no debía de estar lejos la casa de mi cliente.
    
    Tenía miedo de seguir adelante. Mi primera intención fue regresar marcha atrás, pero al intentarlo noté que no podía porque las ruedas se movían a derecha e izquierda y yo me iba o contra los árboles o contra el desnivel. Así que me dije, voy adelante. Y comencé prudentemente a pasar el charco, el cual me parecía muy resbaladizo y tenía que mantener el volante cual timón de barco en alta mar. De repente, las ruedas patinaron y el coche no avanzaba. Me puse nervioso, lo intenté varias veces, mucho humo por el tubo de escapé y sentí una corriente de desesperación en mi interior que me hizo eyacular dentro de mi calzoncillo y pantalón. Aquello no iba adelante y yo totalmente mojado en mis genitales, que ya traspasaba mi pantalón gris perla.
    
    Pensé que lo mejor era salir del coche. Intenté abrir la puerta, pero la de mi izquierda estaba ...
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