1. Erick, Laura y yo


    Fecha: 15/01/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... a Erick, pero siempre lo había visto correctamente vestido, hablando de cosas muy serias de los negocios, pero me sorprendió al hablarme tan claramente tentador. Le miré, le sonreí, me puse de inmediato serio y rígido.
    
    — ¿Es verdad lo que he escuchado? ¿Es eso lo que quiere ella? Y tú ¿qué quieres?, —le espeté.
    
    — En mi casa mando yo, ¿verdad, Laura querida? —dijo mirando a su mujer y ella asentía sonriendo— pero se hace lo que quiere mi mujer, ¿te apuntas?
    
    — Lo que pasa es que yo soy gay…, —puse como excusa de nuevo a ver si Laura se arrepentía.
    
    — Por eso mismo te ha elegido Laura y, además, le gustas, ¿a que es así, Laura?, —respondió mientras ella asentía sin decir palabra.
    
    — Pues que se haga lo que quiere Laura, —respondí.
    
    Con mi aceptación se pusieron felices. Laura puso unos ojos de lascivia tremenda y se quedó mirándome, y dijo:
    
    — Me gusta tu cuerpo y siendo gay más, es como fruta prohibida. no sabes cómo lo presumiré ante unas amigas diciéndoles que me he follado a un chico gay y guapo, además, es que me parece que tienes buena polla, más grande que este hombre mío.
    
    A partir de ese momento todo fue cerveza y langostino, pulpo y cerveza y Laura sacando aperitivos sin parar. Al final se fue a sacar propiamente la comida. Y Erick descorchó una botella del Somontano. Entonces, a solas, le pregunté a Erick:
    
    — ¿Qué se hace en un trio?
    
    Y me contesto sin más:
    
    — Llenar el agujero que esté libre.
    
    Me lo había planteado fácil, ya veía ...
    ... cuatro agujeros para distraerme y no cansarme. Acabamos de comer tan rico que la misma comida con tan rico vino me alteró los apetitos y comencé a tener ganas de Laura, más por curiosidad que por deseo. Hasta el flan con fruta que se movía cimbreando en el plato estaba que me parecía el coño de Laura tentándome. Mal presagio, me dije; y yo, tan descreído como soy, suplicaba a todos los santos del cielo y a los del infierno también que me tocara el culo, porque eso de atravesar un coño me la ponía como pequeña. Así que comencé a sudar y Erick me dijo:
    
    — Pasemos al salón que hace menos calor y nos quitamos el short; mira la lista de mi mujer, ya se ha quitado el bañador y nos espera.
    
    — Pero… ¿esto vuestro es normal…?, ¿habitual…?
    
    Me contestó:
    
    — Cuando viene alguien que nos gusta a los dos; tú nos gustas, ah, el sexo no va a ser tú con nosotros sino nosotros contigo, pero tienes licencia para hacer de todo, así aprendemos cosas nuevas.
    
    En cierta manera eso me animó, porque yo soy muy mío y me encanta eso de que «nos gustas», «me gustas». «qué tío más bueno», y todos los etcéteras posibles. Algunos amigos me dicen que soy antropocéntrico, yo les corrijo diciendo… «mejor: sexocéntrico», pues para mí el sexo es lo más importante, de una u otra manera lo hago todos los días más de una vez, y todos los días no voy al super, ni al cine, ni siquiera al gym, ni trabajo los sábados y domingos, ni…, ni…, y ni mil cosas más. Además me gusta ser el centro del sexo de los que ...
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