1. Erick, Laura y yo


    Fecha: 15/01/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... atrancada y no podía abrirla. Me cambié de asiento y quise abrir la puerta de la derecha y escuché un ruido. Asomé por la ventana y en efecto había caído en un agujero grande y no se podían abrir las puertas. Pasé al asiento trasero y pude abrir la puerta trasera. Salí sobre el barro, me llené de barro viscoso hasta las espinillas y me arrimé al extremo sobre el muro de árboles, mirando como mi coche estaba hundido en la parte delantera dentro del agujero.
    
    Me desesperaba viendo que no iba a poder sacar mi coche. Me arrimé a un árbol y comencé a masturbarme como para desahogarme. ¡Joder! ¿Por qué tardaba en levantárseme? Pensé que tenía que darle a mi mano fuerte porque como había eyaculado hacía poco, pero de ninguna manera me funcionaba, aprisionado por el pantalón y por el slip hasta la rodilla, me faltaba como libertad y espacio. Me los saqué, me puse descalzo y continué con mi faena.
    
    — Pero, hombre, ¿qué haces?, —escuché una voz.
    
    Miro y veo que es mi cliente que viene en mi auxilio. Mi cliente se llama Erick y es un tío majo, simpático y de buenos modales, pero a la vez muy atrevido. Intento darle mil explicaciones con todo mi nerviosismo y me dice.
    
    — Un poco de tranquilidad; abre tus piernas y agáchate, se abre la bragueta, mientras yo aún podía verle, se mete detrás de mí, me da dos escupitajos al culo y uno más a su polla y la va metiendo poco a poco en mi culo. Yo me quedo primero abobado, como superlativamente sorprendido, luego, no sé cómo, pero estaba ...
    ... como abandonado… Me la mete y me duele, gimo y miro para todos los costados.
    
    — No te preocupes, no hay nadie, aquí estoy solo, luego sacamos el coche.
    
    Me dolía, la tenía toda dentro. Me dolía mucho, sus pelos del pubis hacían de frontera en mi culo y me daba gusto su suave roce en la entrada de mi culo y mis nalgas. Ya saboreaba el placer de una polla en mi culo produciendo mucha saliva que me hacía babear hasta el suelo.
    
    — Me voy a correr —decía con movimientos circulatorios para aumentar mi placer—, me voy a correr, ¿dónde lo quieres, guapo?
    
    — En mi boca, por favor, a ver si me desahogo del todo.
    
    Salió de dentro de mi culo, se me puso delante porque yo tenía los pies clavados en el barro. Me puse en mi boca su polla, no tan grande pero buena para las circunstancias y pude metérmela toda dentro, cerré bien los labios y desde el primer chorro al último lo recogí absolutamente todo. Le lamí a Erick la polla hasta dejarla más limpia que una copa de cristal.
    
    — ¿Vamos a mi casa ahora?, —me pregunta.
    
    — Por favor, mira que aún la tienes erecta, métemela de nuevo para que me tranquilice. —le digo como excusa.
    
    Volvió a mi trasero y me dio a su gusto y más aún al mío, ahora sin el más mínimo dolor. Se puso a meterla y sacarla a mayor velocidad cada vez y gritábamos, yo de placer y él de gusto. Volvió a soltarme su lefa y mi culo y mis huevos estallaron en seis trallazos de esperma. ¡Qué a gusto me quedé!
    
    — Hala, vamos a casa, ponte el pantalón, que mi esposa ...
«1234...9»