1. Mi nueva amiga


    Fecha: 23/01/2022, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cerrados.
    
    “¡Ven, Jiang.” Me le acerqué y él me robó un beso copiando como lo hacían Horacio y Xing. Nos detuvimos unos segundos y Xing opinó que le había gustado mucho, volvió a abrazar a Horacio y, primero le dio un beso, Horacio la llenó de besos, pero me dí cuenta de que sus manos iban subiéndole la falda, a los pocos minutos las piernas de Xing estaban visibles, muy bonitas, pálidas, unos muslos de ensueño, ricos, redonditos y largos, pero Horacio seguía su camino hacia su entrepierna. Ella llevó sus dos manos frente a sus pómulos, como tapándose los ojos y sonreía los apretaba y reía, dejando que Horacio la disfrutara, solo lo observaba y se le entregaba, dejándolo que le hiciera todo lo que a ella, o a él, le causaba placer.
    
    Jiang, copiando, me hacia lo mismo, solo que mi falda era más corta y mis pantis muy pequeños, su mano alcanzo mi pubis rápidamente. Le tomé sus manos y me las metí hasta arribita de mi cintura, bajo mi vestido, con todo y la faja que le daba forma, estaban arriba de mi cintura. Busqué me acariciara la piel de mi pubis. Me incliné y le bajé la cremallera, luego un poco los pantalones y sus calzoncillos hasta tener su hermoso tesorito al alcance de mi boca. Xing estaba intentando hacer lo mismo que yo, pero Horacio aún no terminaba de quitarle sus calzones, que al final se los jaló, le abrió el vestido, que era como una bata grande y se dedicó a besarle la región de su pubis, con muy pocos vellos, también se le veían enredados, muy claros y, ...
    ... como pude sentírselos, muy sedosos. Me dí cuenta de que Horacio le metía su lengua, como antes en la boca, pero ahora en su vagina.
    
    “¡Vamos a mi cuarto! Entre los chinos hacemos muchas veces el sexo varios en un mismo lugar, hasta a veces en la misma cama.”
    
    Su cuarto es grande con una cama bajita, casi hasta el suelo, pero con un colchón muy suave. Horacio cargaba a Xing que es poco más alta que yo, pero más ligera que yo, solo arrastraba el vestido. A mí no me cargaba Jing, caminábamos besándonos, él estaba emocionado por haberse atrevido a besar, yo lo sentía muy bonito y sensual, sus caricias como de mujer, muy suaves. Los dos son muy jóvenes, por lo menos se ven muy jóvenes. Ella se ve como chica de unos 19 años, aunque me dijo que tenía, creo, casi 30.
    
    Me acomodó sobre la cama, del otro lado del que ya estaban ocupando Horacio y Xing. Me hinqué y lo hice feliz a la hora en que yo le chupé su pene. Me extendí lo más que pude pero con el peligro de que se me fuera a venir, era nuestra primera vez y yo no quería que terminara así, lo detuve, me le subí hasta su pecho y me dediqué a sus tetillas. Pensé en lo suave que ellas acarician y así se lo hice, con mucha suavidad, creo que si me hubiera alargado haciéndole eso, lo que yo trataba de evitar, de que no fuera a venirse muy pronto, con ese tratamiento lo iba a debilitar.
    
    “¡Ven, corazón, súbete en mí y ve que me entre tu lindo pene!” Le dije, lo más claro para que entendiera fácil.
    
    Me lo metió, también con ...
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