1. Venganza consumada y angustia resuelta


    Fecha: 25/01/2022, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    ... mí en el trabajo”.
    
    - “Y por qué supuse eso? Ah, ya se. Es que la vi abrir la puerta como si fuera su casa y además la alianza en el dedo”.
    
    - “Es casada pero no conmigo”.
    
    - “Entonces estoy hablando con un conquistador nato. Si tiene marido te habrá costado un perseverante asedio seducirla”.
    
    - “Solo me costó conseguir la primera cita, que fue salir a cenar solos. Después fue coser y cantar. Iba el mozo caminando, después de tomar el pedido, que por debajo del mantel ya le tenía metidos dos dedos en la concha empapada de flujo”.
    
    - “Entonces es fácil”.
    
    - “Más fácil que la tabla del uno. Con decirte que ni comimos postre. A pesar de haberle provocado un orgasmo antes del primer plato, estaba urgida de más placer”.
    
    - “O sea que es una máquina de gozar”.
    
    - “Ya lo creo, en el hotel, no terminé de cerrar la puerta que me había desprendido la bragueta y chupaba la pija como si en ello le fuera la vida. Cinco minutos después bebía su primera ración de esperma”.
    
    - “Ahora, este bombón tiene un culito precioso, se lo pudiste probar?
    
    - “Es lo que más le gusta. La primera vez lloró porque estaba sin usar y fui un poco bruto, sin querer la desgarré. Después le agarró el gusto. Con decirte que las mejores corridas le suceden cuando, teniéndola clavada sin que me quede nada por meter en el recto, le retuerzo las tetas”.
    
    - “Y el marido ni figura?”
    
    - “Pobre tipo, estúpido, impotente y cornudo. Parece que no puede, y esta yegua necesita pija todos los ...
    ... días.
    
    Con decirte que por las mañanas va a mi despacho buscando su cuota de verga”.
    
    - “Bueno, te felicito. Como me has caído simpático te sugiero mantenerte quieto diez minutos más. No quisiera tener que volarte la cabeza. Me voy porque tengo otra casa en vista y hay que seguir trabajando. Lamento preciosa no haberme dado cuenta antes de la clase de mujer que sos”.
    
    En el lapso de la conversación con el seductor irresistible entraron al celular de Ana dos mensajes y dos llamadas, prevenientes de mi teléfono móvil operado por mi hermano, de manera que las antenas registraran la localización de cada aparato.
    
    A ella le saqué la cinta de la boca y, dejando la puerta entornada, me quedé para controlar por el resquicio lo que ellos hacían.
    
    - “José, gran conquistador, sabés quién nos robó”.
    
    - “Ni idea”.
    
    - “O sea que tampoco te imaginás a quién le contaste que soy más fácil que la tabla del uno, que todos los días mendigo mi ración de pija, que mi marido es un estúpido, impotente y cornudo. Pues bien, el que estuvo aquí hasta hace un momento es el esposo de esta puta. Si a mí me hizo esto, a vos te va a hacer algo igual o peor. No creo que se vaya contento y suelto de cuerpo. De todos modos, en cuanto pueda hablaré con tu mujer”
    
    Habiendo escuchado lo suficiente tomé las tres botellas de alcohol que había llevado. Una la metí con tapa floja en la cartera de mi mujer con los dos celulares y tarjetas. Con las otras dos rocié los asientos de la camioneta del dueño de casa, ...