1. Su prima se niega a perder detalle


    Fecha: 03/02/2022, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Para más morbo, Candela volvió a levantarse, se quedó unos segundos observando desde la ventana hacia el patio, abriéndola unos centímetros. Desde tan pocos metros, estoy convencido que podía verme, pero ningún gestó me hizo confirmar lo que sospechaba.
    
    Candela se giró, miró a su marido y acto seguido se quitó la camiseta, no logré ver más que su espalda y aquel diminuto tanga. Se puso a cuatro patas encima de su colchón, y dejándome helado comenzó a bajar y subir su cabeza, un vaivén, un ritmo con el que sabía, Manuel estaba disfrutando medio adormilado. Solo podía ver el culo abierto de Candela, apenas podía distinguir nada más. Mi pene lo tenía fuera, duro y erguido, mis movimientos eran bruscos, me apretaba los testículos, movía mi mano al mismo ritmo que veía a Candela subir y bajar… Tardé unos segundos en eyacular de manera intensa, sin hacer ruido… Me coloqué los calzoncillos, limpiando mis manos sobre estos mientras escuchaba a Manuel con pequeños sonidos, sabía que se estaba corriendo. Me levanté y me dirigí al interior de la planta baja, con los calzoncillos manchados, directo al baño. Encendí las luces, me miré al espejo perplejo. ¿Qué está pasando últimamente? –me preguntaba a mí mismo sin saber respuesta.
    
    Me había tocado, solo, a oscuras, mirando a la prima de mi novia hacer una mamada a su marido. ¿Sabía que yo estaba allí? –mi mente se llenaba de dudas.
    
    Salí una vez lavadas mis manos, y dirección a mi cuarto, salió Candela del suyo. Vestida ...
    ... únicamente en tanga, con sus pechos al aire. Cerró su puerta, no sabía qué hacer. Retome mi camino a mi habitación, pasó por mi lado mirándome de arriba abajo.
    
    ¿No puedes dormir? –dijo la prima Candela
    
    Estaba... estaba… estaba buscando algo contra los mosquitos –tartamudeé nervioso
    
    ¿Has encontrado lo que buscabas?
    
    Creo que sí, me ha aliviado.
    
    Sí, es bueno aliviarse… -respondió despacio
    
    Llegando casi a rozar el pomo de mi cuarto, desde la otra punta de la planta baja, volvió a dirigir sus palabras hacia a mí Candela:
    
    ¿Cómo te has echado la crema? Tienes todo el calzoncillo empapado…
    
    ¿Eh? –giré y baje mi mirada a ver como de manchado estaba
    
    Era cierto, se veía completamente mojado y con trozos blanquecinos. No podía negar lo que había pasado hacia unos minutos y con el morbo apoderado en mí, me fui hacia ella, intentando limpiar las manchas con movimiento encima del calzoncillo.
    
    Los dos nos encontrábamos mirando mi calzoncillo, con mi pene encerrado semi erecto. La contemple, vestida con tanga frente a mí, diciéndome de manera diferente a siempre, que menuda manera de aliviarme contra los mosquitos tengo… entró al lavado, abrió la puerta del armario inferior, mostrándome nuevamente su culo, pero esta vez a escasos 2 metros, donde puedo ver la forma de su vulva, incluido los pelillos que se sobresalían…
    
    Me dio un pequeño lápiz de crema para aplicar sobre las picaduras.
    
    Con este no te mancharas, mira, se hace así… -se agachó a la altura de mi ...
«1234...12»