Las mejores vacaciones.
Fecha: 23/02/2022,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... preocupada, pero mi cara sonriente respondía por si misma. Volví a mi asiento, él ya ocupaba el suyo y se había quedado dormido, yo hice lo mismo aun quedaba más de tres horas de viaje, al aterrizar nos despedimos amablemente, ninguno de los dos quería más del otro.
Un autobús vino a recoger a los turistas que viajábamos juntos, para trasladarnos al lujoso hotel en el que pasaríamos la semana. Un sitio precioso, rodeado de jardines, con una playa privada que podríamos disfrutar a nuestras anchas, allí era pleno verano. En un par de días ya había entablado confianza con uno de los chicos mulatos que servían las copas en la piscina del hotel. Paolo era un hombre algo más joven que yo, de cuerpo espectacular y sonrisa de marfil. Su cultura sexual es mucho más abierta que la nuestra y eso es lo que yo iba buscando, sobre todo ahora que no tenía que darle cuentas a nadie y estaba descubriendo todo lo que me había perdido, mientras le era fiel a mi exmarido.
Bromeando preguntaba:
- ¿Cómo era posible que una mujer hermosa como tú esté sola?
- Ya ves, disfrutando de unas vacaciones y buscando algo de compañía.
Yo me dejé adular un buen rato y al final le propuse pasar por mi cuarto cuando fuera su hora de descanso, él no lo dudó ni un instante.
Al medio día lo tenía en mi habitación, totalmente desnudo en mitad de la cama, yo de rodillas entre sus muslos con la boca llena de polla, dedicándole una estupenda mamadas. Dicen que los negros la tienen grande y os ...
... aseguro que es verdad (al menos la suya), parecía una recia soga cuajada de venas que serpenteaban por mis labios cada vez que la engullía, él se dejaba hacer… le estaba volviendo loco.
Debo reconocer que las felaciones me encantan, me gusta tragármelas hasta el fondo, sentir el capullo en mi garganta dilatándose antes de expulsar los chorros calientes de esperma, es una de las prácticas sexuales que más placer me da y desde luego a ese muchacho también.
Empezó a animarse sujetándome con ambas manos la cabeza presionándome contra su pelvis, cuando intentaba retroceder por las arcadas que me provocaba, él me retenía con más fuerza y me follaba la boca alzando su culo, haciéndomelo casi con violencia. Noté cierto daño en mi garganta y las lágrimas se me saltaron. El coño lo tenía empapado con todo aquello, deseaba que me la metiera, pero no podía hablar con la boca llena.
Pasé mi mano entre los muslos que ha esas alturas estaban húmedos y empecé a darme placer, con dos dedos en la vagina, la muñeca presionándome el clítoris, él se corrió abundantemente y tiró de mi pelo hacia arriba, de la comisura de los labios me salió un hilo blanco, que recogí con la lengua sin dejar de mirarle sonriendo. Me tiró boca abajo en la cama tomándome de las caderas para poner el culo en pompa, torció mi brazo sobre la espalda, mi mejilla apoyada sobre las sábanas, la otra mano la dejó libre para que yo pudiera seguir masturbándome a mi antojo.
Comenzó a zurrarme, con una fuerza media… la ...