1. Las mejores vacaciones.


    Fecha: 23/02/2022, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... suficiente como para que el daño y el placer fueran uno. Sus golpes caía a unos y otros lados de mis nalgas, mis muslos, pellizcándome los labios vaginales, no paré ni un momento de pajearme, pero cada azote me contraía las paredes internas impidiendo que llegase a estallar, hasta que paró y sin previo aviso escupió sobre mi ano, metiéndome de golpe un dedo largo y grueso, eso fue el detonante de la mejor corrida que había tenido en toda mi vida, me había gustado en cierto modo la violencia con la que me poseyó, ninguno de mis amantes lo había hecho así.
    
    Se levantó sonriendo:
    
    - Tengo que marchar, pronto empieza de nuevo mi turno.
    
    - Asentí con la cabeza, tumbada en la cama alucinada y satisfecha.
    
    Al atardecer estaba hambrienta nuevamente de sexo. Fui a buscarlo por todo el recinto, incluso pregunté a algunos de los camareros, por más que intenté no pude dar con él. Esa noche tuve que conformarme autosatisfaciéndome varias veces en un duermevela que me traía recuerdos de aquella piel tostada y firme.
    
    Me desperté bien entrado el día. Lo primero que hice tras desayunar fue ir a la piscina, allí estaba mi morenazo, que alzó un dedo lanzándome un beso al aire. Podría decir que me llegó al corazón, pero os mentiría, la verdad es que se me alojó en mi rajita que palpitó de nuevo.
    
    Él hablaba con una rubia imponente de grandes tetas. Era obvio que lo deseaba porque los pezones se le notaban duros como piedras a través del diminuto bikini semitransparente. Yo me sentí ...
    ... absurdamente celosa, así que me dí un baño esperando pacientemente a que se fuera para acercarme a la barra. Nada más llegar, tomó mi mano y la besó, eso calmó un poco los ánimos:
    
    - Ayer me la chupaste como una profesional.
    
    Yo que pensaba decirle cuatro cosas, quedé impactada, por su comentario.
    
    - Si quieres hoy podemos repetir, pero por la noche (deseaba disfrutarlo mucho más tiempo).
    
    Sus labios se torcieron en una sonrisa sensual, clavándome aquellos ojos negros como puñales. No podía negar que mil ideas depravadas que se la acababan de pasar por la mente y yo chorreé de placer. Menos mal que tenía el bikini mojado y pude disimular el flujo que me manaba del coño, pero la piel del pecho se me tensó tanto que el simple roce del traje de baño me dolía.
    
    Las horas pasaron lentas, comí y dormí la siesta, deseaba estar lo más despierta posible por la noche. Al atardecer, me pareció verlo con algunos compañeros hablando en los alrededores de la playa, miré el reloj mil veces, cené temprano, fui a la habitación y me duché. Escogí un conjunto de tanga y corpiño corto de color blanco inmaculado, resaltaba en mi piel que ya había adquirido cierto tono canela, a pesar del calor me metí unas medias de seda, completando la indumentaria con un liguero. Miré al espejo del dormitorio, parecía un zorrón y me gustaba, deseaba excitar a aquel pedazo de hombre.
    
    Sobre las 23:00, escuché unos golpecitos en la puerta, enseguida fui a su encuentro, al abrir me lancé a sus brazos y ...
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