Madura pierde la vergüenza entre otras cosas (2)
Fecha: 20/03/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: carmenmadura, Fuente: CuentoRelatos
... rebosante.
—Apolo esto es bueno. Puedo notar como la punta de tu polla toca y mueve mi útero. No me duele, tenía miedo de que fuera muy doloroso.
—Levanta Meri viciosa, levantate.
Muy a disgusto me levante.
—Contra la mesa Meri, contra la mesa, apoya tus manos sobre la mesa, dóblate y saca el culo. Que visión de gloria Meri, que visión. Tu culazo grande, blanco, acogedor y tus muslazos, las media negras. Los tacones dejan tu culo justo a la altura idea. Me encantas Meri me encantas. Te voy a hincar mi picha, te voy a partir en dos. Sujétate bien que voy...
¡Madre del amor hermoso! Y como vino. Toda la paciencia que había tenido preparando mi culo se había acabado. Con su inmenso ariete abro mi puerta de atrás y de un solo empellón lo hundió hasta el mango. La mesa, yo, y hasta la habitación se movían con sus monstruosos empellones. Yo notaba como mi culo se derretía sabía que mañana iba a notarlo en carne viva, que no iba a poder andar, mucho menos sentarme, pero... que gustazo, era el placer más intenso que hubiera sentido jamás.
Apolo, perdido todo el control, chillaba como un poseso:
—Meri que culazo más bueno que tienes; Gracias por guardarlo para mí. Voy a follar tu culo hasta que me muera de gusto. Meri te voy a romper en dos, te voy a partir con mi tranca. Goza, so puta, goza de mi polla como yo gozo de tu culo.
Yo pensaba que me iba a morir allí mismo aquel apolo bello y muscular estaba rompiéndome el culo con su monstruosa verga. Según follaba ...
... mi culo a veces me daba azotes, a veces estrujaba mis pechos, besaba mi nuca, frotaba mi clítoris. Mis emociones parecían estar en una montaña rusa, subían y bajaban como locas. Un poquito de dolor aquí y allí, oleadas de placer, ondas de relajación, orgullo de que mi cuerpo ya maduro, un poco gordo, un poco fondón todavía pudiera dar tanto placer a mi bello y fuerte Apolo y... orgasmos, si orgasmos. No sé si los orgasmos venían de mi culo, de mi clítoris o de mi mente, pero venir venían como caballos desbocados. Por fin mi amante grito:
—Meri, Meri, culona me corro, me matas con tu culo, que buena estas, ¡Ahhhh!
—Si Apolo, mi amor dame tu leche cariño, llena mis entrañas con tu semilla, dale tota tu lechaza a esta guarra que te adora…
No sé si me lo imagine o no pero note algo cálido en mis entrañas. Apolo se derrumbó a mis pies exhausto y yo saciada, satisfecha, feliz me deje caer a su lado y acaricie su cabello mientras besaba su cara.
—Gracias Meri, gracias. No creo haber disfrutado tanto de un culo en mi vida, para ser tu primera vez lo has hecho muy bien.
—Gracias a ti Apolo. Me has abierto un mundo nuevo, me has hecho feliz. No recuerdo haber tenido tanto placer jamás. Lástima que me voy mañana. ¿Dónde vives Apolo?
—Mis padres viven en Ginebra pero yo estoy estudiando empresariales en Barcelona.
—¿Vienes por Madrid de vez en cuando?
—No mucho un par de veces al año.
—Dame un papel y un lápiz
Apolo se levantó y de la mesilla trajo un block ...