Amigas del alma
Fecha: 29/03/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Berni, Fuente: CuentoRelatos
... pero ya hacía tiempo que no disfrutaba de una buena polla por culo y ahora el novio de su amiga la estaba sodomizando y tratándola como a una vulgar ramera. Sea como fuere, estaba gozando de los pollazos que le estaba dando, y por consiguiente, ya tendría tiempo para enfadarse más tarde por vilipendiarla de aquel modo. Ahora lo que quería era seguir gozando de aquel potro salvaje.
Alex siguió martilleando en su ano con enérgica intensidad. El sudor resbalaba por su cuerpo, goteando sobre el de Paula. Los violentos chasquidos que se producían cuando golpeaba en su culo se mezclaban con los jadeos de ambos amantes. La tranca de su agresor penetraba con gran violencia en su pequeño agujero una y otra vez y ambos jadeaban ante el inminente orgasmo intentando sincronizarse, y después de muchos gritos y resoplidos derivados de aquella cópula, los dos amantes se corrieron a la vez en un fortísimo orgasmo, en el que ambos gritaban de gozo compartiendo el descomunal clímax que se vio truncado por un chorro de sangre que impactó en el rostro de Paula. Alex se apartó de ella, como por inercia, sin saber qué había pasado, pero sin poder respirar con su tráquea perforada y su yugular reventada. La sangre brotaba sin contención salpicándola a ella y desparramándose por la cama y por toda la estancia como si fuese un aspersor, del mismo modo, el semen seguía manando de aquella verga serpenteante que continuaba dando latigazos, mezclándose sangre y semen en la cama y sobre Paula. Ella ...
... gritó aterrorizada viendo a Alex agonizar, presionándose la yugular y desangrándose encima de ella. Pero si la escena no era lo suficientemente espeluznante, Alba le asestó otro golpe contundente en la cabeza con aquella barra de hierro punzante, y definitivamente su novio se desplomó encima de Paula, quien estaba a punto de sufrir un colapso. Todavía no sabía muy bien qué estaba pasando. Se encontraba en la cima de aquel clímax inigualable y de repente se mezclaba el placer con el horror y, a continuación, aquel portentoso orgasmo se cortaba, mientras su cara y su cuerpo se cubrían de la sangre de su amante.
Ninguno la vio llegar, ni siquiera la habían oído abrir la puerta. Los frenéticos gritos de placer mitigaron cualquier otro sonido que no fuera el de la euforia que se estaba viviendo en la habitación.
Conforme pudo, Marta se quitó el peso muerto de encima e intentó retroceder y ponerse a salvo de su amiga que, al parecer había perdido la cordura. Retrocedió reptando hacia atrás — resbalando sobre el cuerpo ensangrentado e inerte del bombero— hasta el cabezal de la cama, sabiendo que no podía recular más. Alba estaba allí de pie, impasible, con aquella barra de hierro en la mano, viendo la dantesca y sangrienta escena que ella había provocado, en la que su novio yacía muerto, totalmente cubierto de sangre y de semen en su cama. Una cama y una amistad que había sido profanada por la que creía ser su mejor amiga.
—Eres una zorra. ¡Dame un motivo para no abrirte la ...