1. El regalo: Un antes y un después (Vigésima primera parte)


    Fecha: 29/03/2022, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... hasta alcanzar su oreja, rozando el curvilíneo hélix y entrelazando posteriormente sus cabellos aun mojados con mis dedos, masajeando suavemente su temporal.
    
    —¡Nos besamos! —Me dijo de improviso, sin moverse de su posición. ¡Y no! No pude percibir algún temblor en el timbre de su voz, ni siquiera un atisbo de aprensión por su inesperada confesión.
    
    —Mi amor, no fue nada. En serio que no. Solo lo hicimos un momento, como tú con tu amiga del concesionario, esa tal Paola. Por negocios y nada más. No te imagines cosas que no fue para tanto mi vida, tenía que hacerlo y ya, sucedió. —Mi respiración empezó a hacerse más agitada y la tensión en los músculos de mis piernas me causó incesantes temblores, que con seguridad Silvia habría podido notar. Yo no podía estar en calma, aunque lo intenté y sí, abrí mi boca y aspiré para poder decirle…
    
    —Y entonces solo sucedió, así como ahora me lo cuentas, todo tan de repente. —Le respondí manteniendo mi postura pero con las pulsaciones de mi corazón desbocadas. Silvia por fin cambio su colocación, cruzando sus brazos sobre mi pecho y apoyando su mentón sobre su antebrazo, estiró su cuerpo sobre el mío y mirándome fijamente, para ser honestos se mostró muy serena, bastante sosegada y natural, como si ese beso no significara nada, para ella.
    
    —Pues mi amor, ocurrió porque yo lo presioné para que se fuera directamente a conversar con su esposa y se dieran una oportunidad. Y logré convencerlo, pero a cambio de algo que yo le prometí. ...
    ... —Dejé de mirarla un instante para elevar mi vista al techo, buscando fisuras, grietas oscuras en el blanco panorama. ¡Confianza! Y mi esposa me la había dado con Almudena, y yo debía retribuirle, a pesar de que me sabía a hiel la boca por ese beso.
    
    —Tuve que ofrecerle algo a cambio, un… Un incentivo como tú le llamas a esos suvenires o a las ofertas que le haces a tus clientes para cerrar tus tratos. Mi vida, es que mi jefe pretendía… Él quería besarme. Insistía en continuar su fantasía conmigo, olvidándose de todo lo ya hablado, como si yo hubiera perdido mi tiempo esta tarde convenciéndolo de hacer una terapia con su esposa. Así que se me ocurrió la bendita idea de decirle que aceptaría un beso suyo al final de su terapia, solo para calmarlo, a modo de un premio. Pero mi jefe me pidió un anticipo, y fue muy corto. Eso fue todo. Lo juro. —Y me descompuse por completo, me agité y mi corazón empezó con aquel bombeo tan reconocido, tan usual.
    
    Me quite el cuerpo de mi esposa, corriéndome hacia el otro lado. Le di la espalda y ni le respondí ni la miré. Salí de la alcoba hacia mi improvisado cubil. Si, el sofá regalo de mi rubia barranquillera, otra vez a dormir en mi nave espacial.
    
    —Rodrigo, no te portes como un niño. Fue exactamente como lo hiciste con tu amiga, por sacar adelante una negociación. No quiero que te enojes, mira que he sido sincera contigo, podría habérmelo callado y ni siquiera te enterarías. Pero me prometí contarte todo, no volver a mentir, aunque por tu ...