1. Si te daba mis pechos, tendría que darte hasta el culo


    Fecha: 01/04/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... verdaderamente el marido de Juliet era un tipo mal encarado y que creo yo no le caía del todo bien… siempre me dio una mala aptitud, aunque no sospechaba nada de su mujer y yo, creo que por ese tiempo el marido de Juliet pensaba que me estaba cogiendo a su hermana, la mujer de John.
    
    Cada vez que me llamaba a través del cerco para pedirme un favor, sentía que lo inevitable estaba a punto de ocurrir. De solo pensarlo me daba esa sensación de incertidumbre, de ansiedad y como siempre, cierto nerviosismo de encontrarme en esa situación con cualquier chica, pero Juliet no era cualquier chica, era una mujer casada y con una hija.
    
    La primera vez que pasó algo indebido, Juliet me pidió que la llevara a la estética para arreglarse el cabello y hacerse el manicure. Llevaba un pantalón vaquero bien ceñido a su cuerpo, con una blusa un poco suelta, zapatos de tacón y me invadió con lo dulce de su aroma cuando se subió a mi coche. Ese día estaba algo apresurado, pues estaba limpiando la piscina de nuestra casa y no quise cambiarme e iba con solo un pantalón corto y sin camisa y solo puse una toalla en el espaldar del asiento. Era difícil contener una erección viendo el cuerpo de esta linda mujer y por más que lo quise evitar, mi paquete se miraba elevado cuando Juliet entró. Tampoco ella intentó disimularlo y pude ver como sus dos ojos oscuros enfocaron mi paquete y dio una exclamación de cómo quien alguien hace una de esas bromas irónicas diciendo:
    
    -¡Uno muriéndose del deseo y ...
    ... tu poniéndome en tentación!
    
    -¿De qué hablas Juliet? – yo sabía de qué hablaba.
    
    -¡De nada Tony! Bueno, de lo que le das a disfrutar a tu novia Gaby y uno muriéndose del deseo.
    
    -¡Tú si me haces reír Juliet!
    
    -¡Y tú me haces poner muy nerviosa y deseosa!
    
    -¿Por qué te pongo nerviosa?
    
    -¡Pues mira cómo se mira eso! ¡Realmente me pones muy caliente!
    
    -Pues para hacerte honesto Juliet, eres tú la que me ha puesto caliente. Perdón que te lo diga, pero no pude evitarlo.
    
    Era la verdad. Tan solo la vi aparecer desde el portón por donde ella salía, mi verga comenzó a tomar volumen y verdaderamente quise pensar en otras cosas para evitar la excitación, pero se me fue imposible. Pensé que la incómoda situación pasaría al tomar velocidad el vehículo, pero Juliet creo que lograba llegar al camino que sospecho ella quería de alguna manera llegar. Fue cuando me lo preguntó:
    
    -¿De veras, fui yo quien provocó esa excitación?
    
    -¡Si! ¿Quién más?
    
    -¿De veras te gusto tanto así! ¿Te provoco tanto así?
    
    -¡Tú no sabes lo que me provocas! -le dije.
    
    -Tony, estaciónate en algún lugar. -me pidió.
    
    Me estacioné en un lugar solitario, pues todavía íbamos por una zona residencial. Ella un tanto nerviosa me quedó mirando y luego después de un breve silencio me dijo: Tony, bésame. – Quizá intuyó que no me atrevería a nada y me pidió que la besara y entonces recliné el asiento donde ella iba y nos dimos un beso largo con mucha pasión el cual ambos disfrutamos. Nos dimos algunos ...
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