1. Una noche de copas


    Fecha: 02/04/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... proporción del culo sin llegar a ser un tanga. Las toqué con delicadeza, pasando mi mano lentamente varías veces sobre ellas y, al final, introduje los dedos de una mano bajo estas y sobre su terso culo.
    
    Mientras, ella, continuaba también con su exploración particular. Con una sola mano, ya que con la otra continuaba acariciándome la espalda, con gran maestría, desabrochó mi cinturón de manera enérgica con un fuerte tirón para, a continuación, desabrochar el botón del pantalón con dos únicos dedos. Yo alejé mi cintura de la suya para facilitarle todo el trabajo posible. No quería que se encontrara obstáculo alguno que impidiera su intención. Con el pantalón desabrochado de manera que no presionaba mi cintura recorrió con su mano la parte superior de mi calzoncillo con introduciendo levemente algún dedo por debajo.
    
    Dejando la mano oculta por falda que tenía en su culo, con mis dedos bajo el lateral de sus braguitas, dirigí la otra a su escote separando ligeramente mi torso del suyo. Dejé de besarla, y sin mirar su reacción empecé a desabrochar el primer botón superior de su blusa. Al hacerlo ella dejó sus manos quietas, una en la espalda y la otra cerca de mi bragueta, y fijó su mirada en mi mano. Tras soltar el primer botón mostrándose su sujetador blanco bajé mi mano al segundo y lo solté sin prisa, y un tercero, y un cuarto y el quinto y último. Entonces metí mi mano entre su blusa y su cuerpo, separé más mi torso del suyo y llevé la prenda a un lado todo lo que pude ...
    ... mostrándome lo que tanto ansiaba.
    
    Ahí tenía una vista increíble del sujetador que cubría sus pechos. Este era tremendamente sensual. Blanco, con bordados en algunas zonas apartadas, algo pequeño para el tamaño de los pechos ya que estos parecían querer escaparse de su interior y casi transparente en su totalidad permitiendo apreciar unos pezones abultados. Recorrí la prenda con la yema de mis dedos despacio, con cuidado pudiendo apreciar la dureza de su pezón al pasar sobre él.
    
    Elsa decidió continuar, también, con su exploración. Bajó mi bragueta sin dificultad y metiendo su mano bajo mi pantalón palpó mi polla despacio sobre mi ropa interior. Parecía comprobar si mi excitación era realmente la que ella deseaba encontrar. La recorrió con su mano varias veces de arriba a abajo presionándola con fuerza llegando a agarrarla sobre la tela.
    
    Yo decidí no demorar ya lo que estaba deseando que ocurriera. Dejé de acariciar su pecho sobre el sujetador y su culo bajo sus braguitas y lleve ambas manos a su cintura comenzando a palpar la parte superior de su falda mientras volvíamos a besarnos. Cuando encontré lo que buscaba, la cremallera, la bajé con algo de dificultad y dejé que la prenda se deslizara por sus piernas. Ella se separó de mí con delicadeza, me miró con dulzura y deseo.
    
    - Mejor vamos a mi dormitorio – y diciendo esto me cogió de la mano y me guío.
    
    Yo iba detrás de ella por el pasillo mirando su trasero apenas tapado por unas braguitas blancas, delicadas, con ...
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