El patio de mi casa
Fecha: 20/04/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos
... entera y… me tuve que tocar con buenas ganas, acabando en un feroz orgasmo que acabó dejándome de rodillas en la ducha. Con las piernas dobladas en el plato de ducha y el agua golpeando con fuerza mi espalda lo tenía claro, tenía que pasar algo.
Salí a la noche a colgar la ropa, silbando una canción de la oreja de Van Gogh que me recordaba a mi infancia. Incluso la canté con un tono elevado, quería llamar la atención, que mis vecinos de patio supieran que estaba allí. Lo último que puse fue el tanga nuevo que había comprado. Apartado de todas las demás prendas y pegado a la zona más cercana a mis vecinos.
Lo único que tenía de diferente con otros días es que dentro de la prenda, bien escondido para que solo quien lo robase lo pudiera ver, había un trozo de papel pegado con celo.
“Rober, ven ahora, estoy sola. Dejo la puerta del patio abierta. Estaré lista en mi cama. Ven preparado, porque vamos a follar.”
No sabía si fui muy directa al escribirlo, pero cuando dejé la puerta del patio abierta y me metí en la cama, mi cuerpo estallaba con miles de sensaciones. Incluso mi alma gritaba por tal desenfreno, estaba loca perdida por haber hecho algo como eso.
No tenía ni idea de quien era ese joven, sí, le había visto durante años, pero apenas habíamos cruzado cuatro palabras. Sentía que era parecido a parar a un individuo por la calle y proponerle sexo. Las preguntas se arremolinaban en mi cabeza ¿valdrá la pena? ¿Follará bien? ¿Querrá venir? ¿Cómo la ...
... tendrá?
Tuve que concentrarme en otra cosa, poniéndome una película para pasar el rato, eran todavía las doce de la noche y tenía tiempo hasta de que apareciera. Aunque no podía sacármelo de la cabeza, por puro instinto mi mano bajó hasta mi vulva. La ausencia de pelos me dejó sentir el leve rezumar de líquidos que ya salían de mi interior.
Nunca había estado tan cachonda y además… por un chico que ni conocía. La película transcurría mientras yo no me paraba de tocar, no tenía la intención de correrme, solo quería seguir así de caliente.
Apagué la televisión, la película terminó y eran cerca de las dos de la mañana, en teoría si tenía que pasar algo era en ese momento. Me quité mi pijama quedándome desnuda sobre una cama que parecía helada por lo caliente que me encontraba. Pensaba en cómo hacerlo, como presentarme ante él, pero todo me daba vergüenza, si le veía… me daría un infarto. De pronto en la cocina… unos pasos.
Escuché como entraba alguien, eran unos sonidos amortiguados, de alguien que no quiere hacer ruido y seguramente venía con los pies descalzos. Mi corazón se detuvo, mi alma se heló y por un momento sentí que no había sido buena idea. Sin embargo, no había vuelta atrás.
Había cerrado todas las puertas, solo dejando abierta la de mi cuarto y la cocina, el camino era muy claro. Por el pasillo escuché unos pasos tranquilos mientras que seguro el corazón del paseante nocturno estaba acelerado… al igual que el mío.
No tuve de otra, no quería verle, no quería ...