1. El patio de mi casa


    Fecha: 20/04/2022, Categorías: Hetero Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos

    ... mientras mi labio inferior temblaba y una saliva ardiente caía hasta el edredón, dejando un pequeño charco no más grande que el tamaño de mi dedo gordo. Estaba en el cielo, en el mejor orgasmo conocido por mi cuerpo. Fue entonces que me giré, dando vuelta a mi cuello y viendo al joven vecino con su camiseta blanca de pijama y cierto jadeo erótico.
    
    —Sigue follándome. —le ordené una vez mi sexo se tranquilizó.
    
    Las acometidas siguieron y esta vez me apoyé sobre mis manos, estirando los codos y dando una horizontalidad a mi espalda. Rober ahora con sus manos en mis caderas seguía follándome con la misma pasión. Pensé en lo mal que había hecho todo este tiempo con los de mi edad, aquello era un error, debía estar siempre con chicos jóvenes y fogosos, ¡menuda energía!
    
    Rober seguía. Clavaba fuertemente sus dedos en mi pequeña cintura mientras golpeaba con su pene mi vagina. Notaba como mi trasero se movía adelante y atrás y mis pechos bamboleaban casi contra mi rostro. Lo bueno que al tener el pelo corto por mi arrebato… ahora con girar levemente el cuello ya veía a mi empotrador.
    
    Siguió por un rato, no cesaba ni un poco en su ritmo y yo quise aguantarme, querer mantener aquella lucha. Bueno lucha… en verdad solo Rober me daba, yo simplemente soportaba los golpes de su polla. Pero no pude aguantar más, el segundo se vino, no llevaríamos ni un cuarto de hora… ¡Qué digo! Quizá decir que eran diez minutos sería algo exagerado.
    
    —Me corro otra vez, dame, dame, ...
    ... dame…
    
    Mis súplicas se perdían en la habitación, mientras de nuevo, las palabras se convertían en gemidos que no podía reprimir. Con el patio abierto me imaginé que Olivia lo escuchase, pensando en lo bien que me estaban follando sin saber que el que lo hacía era su hijo mayor. Debo estar muy salida, porque aquel pensamiento, desencadenó el siguiente orgasmo.
    
    Estaba totalmente preparada, cuando el joven se inclinó sobre mí, notando su pijama contra mi espalda y en un acto impulsivo aprisionó con sus manos mis dos tetas. Lo hizo con ganas, sin reprimirse, tratando de que le entraran en la mano, algo que era imposible. Eso sí, no paró de darme en ninguno momento y con la presión en mis pechos y algo… muy poco la verdad, en mis duros pezones, me corrí.
    
    No fue como el anterior, fue muy bueno, pero no magnifico, simplemente mejor de lo habitual, algo de lo que no me quejo, para nada. La sacó de mi interior, sintiéndome vacía mientras jadeaba y gemía bien alto para que supiera lo que había logrado. Giré mi cabeza, estaba de pie, detrás de mí, con un pene épico del que colgaban lianas de mis flujos.
    
    Me sorprendí de mi misma. ¿Qué es lo que este chico me había sacado? ¿Corridas ocultas desde hace siglos? Me daba lo mismo, la imagen de tal coloso a mi espalda me hizo girarme por completo. Me dejé caer de rodillas al suelo, quedando la mitad de mi espalda sobre la cama. No me apetecía limpiar todo aquello con la boca, se veía erótico, pero no para comérmelo, por lo que me junté las ...