El patio de mi casa
Fecha: 20/04/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos
... tetas y le hice saber lo que venía.
Creo que lo entendió a la primera, porque se agachó con rapidez y me la metió en mi canalillo. No me apetecía seguir con el sexo, me lo había dejado hecho polvo, y sabía que al día siguiente tendría agujetas, por hoy, no quería forzar más la máquina.
¡Con qué ímpetu me las follaba mientras yo apretaba mis pechos para que rozaran! Era una maravilla. Su fuerza era increíble y notaba la misma potencia que en mi sexo. Gracias a mis fluidos, su poderosa herramienta se deslizaba como en una pista de patinaje. Era increíble verla desde mi posición, parecía un tren pasando un túnel y parando antes de descarrilar cerca de mi cuello.
Por primera vez se puede decir que interaccionamos, porque agachó su mano hasta mi pelo, moviéndome la cabeza para que… pusiera mi boca en dirección a su pene. Lo entendí a la perfección, quería una paja con mis tetas mientras le chupaba la punta, ¿Quién no querría algo así? Accedí.
Mi lengua lamia su capullo cada vez que se acercaba y de mientras, observaba las caras de Rober, estaba a punto de reventar. El ritmo se incrementó y ya no podía lamérsela, directamente chocaba contra mi lengua sin poder hacer nada. Pero no había que hacer mucho más, la corrida se acercaba.
El joven movido por un deseo incontrolable, se incorporó, sacando su pene de mis pechos y quedándome de rodillas como una devota esclava. Lo que no había quitado era su mano de mi pelo y con la otra agarrándose el tremendo pene… me lo ...
... metió en la boca. Sentí que aquello no cabía en interior y cuando mi garganta comenzó a recibir golpes sin parar me noté abrumada, sin embargo, estaba más cachonda que nunca.
Traté de lamerla, dejando un reguero de baba importante mientras sentía que aquel falo engordaba entre mi paladar. Al final, un bufido animal digno de un toro me avisó de lo que ocurriría y sabiendo lo que Rober pretendía… le dejé.
Su corrida salió disparada hacia mi garganta mientras sus manos apretaban mi cabeza ahogándome contra su polla. Nunca me habían hecho algo así, era la primera vez y en otro momento me negaría, pero… ¡Qué cachonda estaba!
Su néctar ardiente chocó contra mi lengua y dos espesos disparos se colaron directamente en mi garganta, ahogándome ligeramente hasta que me los tragué.
El calor me anegaba por dentro y por fuera, mi amante temblaba como un edificio a punto de caer y su pene seguía asfixiándome. Fue entonces que lo sacó. Tosí dos veces, sacando el exceso de semen, algunas gotas cayeron en el suelo, otras en mis tetas y la gran mayoría desbordó por mi labio inferior. Mi barbilla ahora era un cúmulo de semen de lo más caliente.
Le miré directamente a los ojos por primera vez, mientras me inclinaba hacia atrás apoyando mi espalda en la cama. Con una sonrisa le hice saber que me había gustado, él hizo lo mismo mientras temblaba y gemía con un pene rojo como el infierno.
—Ahora es cuando te tienes que largar, cariño.
Le dije en voz baja para que nadie pudiera ...