Desconocidos
Fecha: 23/04/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos
... una comida a su mujer llevándola al éxtasis provoca en Pedro una excitación sin igual y agarrando la cabeza de Natalia le marca un mayor ritmo en la felación.
Raphael, aprovecha la relajación de Anabel para subirse sobre ella y, ahora sí, sin pantalones penetrarla con su gran polla. La mujer, notando que el grosor era mayor que el de su marido, abrazó al bróker rodeándolo con sus piernas para sentirlo más adentro. El holandés se esfuerza en el mete-saca, aumentando el golpe de cadera, arrancando gritos de placer en la mujer de Pedro. Éste no puede aguantar más y sin previo aviso eyacula gran cantidad de semen en la boca de Natalia que no hace nada por evitarlo y traga como una profesional.
Desde arriba llegaron los sonidos de la orgía de la pareja de la habitación número 3. Donde Ana disfrutaba del sexo oral que le estaba dando Rosario mientras disfrutaba de la visión de su marido penetrando a la desconocida.
Ana, tumbada en la cama, amasaba sus tetas encantada con la experiencia de tener a una mujer entre sus piernas. Rosario sabía dónde tocar, con que intensidad, durante cuánto tiempo. La morena, entregada, saboreaba golosa el flujo vaginal de aquella mujer mientras recibía placenteras embestidas del marido de ésta. Juan agarraba a Rosario por las caderas y la penetraba con ganas, sin descanso, con una excitación jamás conocida al tiempo que se deleitaba con los gemidos y gritos de la mujer.
Cuando la tensión parecía imposible de contener los tres explotaron en ...
... un tremendo orgasmo. El hombre eyaculó en el coño de Rosario y cayó derrotado cuando sus piernas flaquearon. La mujer aprovechó el semen para lubricarse los dedos y terminar así una paja que la transportó a su pubertad y sus primeros orgasmos. Ana oyendo a su marido correrse dentro de Rosario no soportó más la lengua de ésta sobre su clítoris y gritó con fuerza el placer que había sentido.
Los desconocidos durmieron sobre la misma cama entrelazando sus cuerpos desnudos, rozando sus sexos calientes sin más preocupación que el placer.
En la habitación número 10, el ambiente estaba inundado por el cargante olor del puro que fumaba Ricardo. Susana yacía boca arriba tratando de agarrar a su amante mientras éste le incrustaba la tremenda verga hasta lo más profundo de su ser.
El francés, cuyo aguante no parecía tener límites, se empleaba a fondo y notaba como la mujer entrelazaba las piernas a su espalda. Arañaba sin compasión su cuerpo con cada embestida mientras le pedía a gritos que le diera más fuerte apretando sus músculos vaginales. Susana es embargada por el morboso placer de ser observada por su amante mientras un desconocido le partía el coño.
Ricardo, se deleitaba con el cuerpo de Patrick mientras percutía incesantemente sobre su amante. Después de apurar su tercera copa de brandy pide a Susana que le haga una felación. Solícita, la secretaria, se zafó del surfista y se colocó a cuatro patas al filo de la cama. Su amante, de pie frente a ella se colocó el puro ...