1. Desconocidos


    Fecha: 23/04/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... empotrándola contra la pared. Ella gritaba de placer y mordía el cuello de él, quien aceleraba las embestidas llevándola a un nivel desconocido. La mujer respondía clavándole las uñas en la bronceada espalda de Raphael.
    
    En la cama, Pedro estaba a punto de correrse cuando Natalia paró en seco y mordió los labios del hombre. Le miró fijamente a los ojos y llevó dos dedos a su boca. El hombre los lamió con ansias, luego es ella la que los chupa. A continuación los llevó a su culo donde masajeó su ano.
    
    La abogada levantó su cuerpo y con la mano llevó el miembro de Pedro hasta la entrada de su esfínter. Es más pequeña que la de su marido, así la penetración es más fácil. El hombre notaba la presión de su glande contra el ano, Natalia hizo un poco de fuerza hacia abajo facilitando que el capullo traspasase el tenso anillo. Un grito de placer de ambos fue el preludio de la profunda penetración.
    
    El hombre en estado de éxtasis trató de acelerar todo. La mujer notando cada centímetro de pene avanzar en su recto suspiraba profundamente cuando la notó entera dentro. Comenzó un movimiento de sube-baja sobre la verga de aquel morboso desconocido que trataba de moverse de manera torpe.
    
    Ella cogió un ritmo placentero en la penetración y se separó haciendo un hueco entre los cuerpos donde meter su mano y masturbarse. Apoyada con una mano en el hombro de Pedro y con la otra haciéndose una paja, aceleró el ritmo de su cadera hasta llegar a un sonoro orgasmo. El hombre ansioso por ...
    ... ser él quien marcase el ritmo logró tumbar a Natalia sin salir de su interior. Ahora sí está sobre ella. Con las piernas levantadas y abiertas, la abogada estaba entregada a la voluntad del desconocido, que le daba por culo hasta eyacular en el interior de su ano gran cantidad de semen caliente y viscoso.
    
    A la abogada se le escaparon un par de lágrimas por el último ataque pero la sonrisa en su cara delataba su satisfacción. Pedro, rendido levantó la cabeza y vio como Raphael sujetaba por las caderas a su mujer que estaba inclinada y apoyada sobre un mueble viéndose reflejada en el espejo.
    
    El bróker holandés no tenía piedad y le metía con fuerzas sus más de veinte centímetros mientras la agarraba con sus manos las maravillosas tetas de Anabel. La mujer estaba fuera de sí siendo follada con violencia por aquel desconocido del que podía ver reflejada, en el espejo, su magnífica musculatura en tensión. Justo detrás de él asomaban las piernas de Natalia que estaba siendo sodomizada por su marido. Anabel exigió a Raphael que le diera más fuerte.
    
    El bróker acatando la orden soltó las tetas para dar un gran cachetazo en el culo antes de introducirle un dedo en el ano y percutir con más fuerza. Esto es insoportable para la mujer que termina acariciándose el clítoris hasta el éxtasis. Sus fuerzas flaqueaban y sus piernas flojean imposibles de sostenerla. Ya tan solo se sujeta de la polla y las manos del holandés antes de llegar al orgasmo e inundar su jugosa vagina de fluidos ...