1. Desconocidos


    Fecha: 23/04/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... veces.
    
    -Nosotros también somos primerizos –consoló Ana que sentía una extraña excitación traducida en un caluroso rubor facial.
    
    -Buscábamos algo nuevo y discreto –intervino Juan entregado ya a la voluntad propia de su polla.
    
    Rosario sonreía nerviosa, sentada totalmente desnuda ante una desconocida pareja de cuarentones también desnudos. Comenzó a notarse muy excitada, sentía como su coño palpitaba y una sensación de calor húmedo subía desde su vagina hasta su cerebro. Se hizo un incómodo silencio entre los tres. Juan miró a los ojos de la chica nueva y luego agachó la mirada hasta su polla erecta. Su capullo era de color violáceo brillante. La invitada con media sonrisa dejó la bebida sobre la arena y miró a Ana en busca de una aprobación innecesaria, dadas las circunstancias, antes de alargar el brazo y agarrar con su mano izquierda la dura polla del marido de ésta.
    
    Juan echó su cuerpo hacia atrás, apoyando los brazos tras su espalda, ofreciendo todo su encanto a Rosario. El hombre dio un pequeño salto cuando notó las manos frías de la morena envolver su ardiente miembro. Su mujer, ante el espectáculo de que una desconocida masturbase a su marido se sintió muy excitada y comenzó a acariciar su coño de vello perfectamente triangulado.
    
    Rosario respiraba agitada viendo a Ana hacerse un dedo mientras ella pajeaba a Juan, que con los ojos cerrados suspiraba de placer. Sin dejar de mover su mano, la invitada se acomodó de manera que inclinó su cuerpo hasta acercar ...
    ... su boca a la polla de aquel tío que acababa de conocer. Sacó la lengua y lamió el glande antes de introducirse poco a poco el falo en la boca ante la atenta mirada de Ana. Sin ser una experta feladora si acomodó la polla a su cavidad bucal hasta notar la punta muy adentro y los vellos púbicos de Juan rozaban su nariz. Lentamente fue subiendo su cabeza hasta que tenía la polla justo entre los labios para volver a descender por aquel latente ariete venoso. La lubricación salival hacía que el proceso fuese acelerándose. Notó la presión de la mano del hombre sobre su cabeza marcándole el ritmo al tiempo que la animaba:
    
    -Así, zorra, así…
    
    Ana, de rodillas junto a su marido, aceleraba su dedo sobre su clítoris al tiempo que le besaba antes de ofrecerle una de sus grandes tetas:
    
    -¿Te gusta como te la chupa? –preguntó morbosamente excitada a su marido.
    
    Juan no contestó y se limitó a degustar la propuesta. Lamía, besaba, succionaba y mordía los enormes pezones de su mujer al tiempo que disfrutaba de la mamada que le estaba dando aquella desconocida.
    
    Antes de llegar al orgasmo, Ana detuvo su paja. Sentía una extraña y a la vez excitante sensación. Ante la visión de una Rosario indefensa, arrodillada y sometida bucalmente por su marido, se acercó y acarició el culo de la morena. Era la primera vez en su vida que tocaba con deseo a otra mujer. Con su mano derecha acarició y masajeó el blanco y suave culo de aquella chica. Recorrió la raja del culo con su dedo corazón. Fue ...
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