1. Desconocidos


    Fecha: 23/04/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... admiró su maravilloso físico. Sus largas piernas torneadas se unían para enmarcar una preciosa V rasurada, su abdomen mantenía la firmeza y sus tetas, de tamaño perfecto, caían levemente a ambos lados dada la postura. Haciendo que el precioso conjunto de pezón-areola sonrosado pidiese a gritos un lametón. Raphael lanzó un piropo casi obsceno en inglés que Natalia repelió levantando su cabeza y haciendo un mohín de desaprobación con su precioso rostro antes de guiñarle un ojo y sacar la lengua para hacerle burla.
    
    Por la orilla y aún vestidos venían cogidos de la mano, Anabel y Pedro. Ella divisó la figura del broker holandés y llamó la atención de su marido. Pedro tras examinar rápidamente al “maromo”, se fijó en la acompañante femenina. La chica de unos treinta años estaba, ahora, sentada y bebía directamente de una botella de agua en un gesto muy sensual. Su pelo corto y moreno le daban un aspecto incluso más joven a un rostro de perfil casi perfecto. Sus tetas, naturales, se veían muy deseables incluso a esa distancia.
    
    El matrimonio dio por buena la vecindad y se instalaron a escasos veinte metros de los otros. Se desvistieron sin prisas para no denotar nerviosismo pero sin pausa para no mostrar pasividad, ante unos vecinos que ya les observaban con cierto disimulo.
    
    La desnudez de los recién llegados era mucho más normal que la que exhibían, el broker y la abogada, pero también muy agradable y excitante. A sus treinta y siete años, Anabel aún conservaba el bello ...
    ... rostro de mujer morena, algo rellenita pero muy bien proporcionada. Concentraba su mayor encanto en unas magníficas tetas. Sobre sus gruesos labios vaginales, una estrecha tira de vellos. Por su parte, Pedro, a punto de entrar en los cuarenta no destacaba especialmente por nada pero se conservaba bien. En conjunto tenía un físico agradable y ahí radicaba su atractivo. Se podría decir que era “simpático”, ese eufemismo tan femenino para referirse a alguien que les atrae aunque no entre en los cánones del tío bueno.
    
    Ambas parejas se observaron disimuladamente durante una media hora, con constantes paseos y movimientos aparentemente inocentes pero con toda la intención de mostrar sus encantos. Anabel decidió ir a darse un baño dejando solo a su marido en la toalla. Pocos minutos después, Natalia, se puso en pie y se dirigió hacia su vecino con pasos firmes pero pausados. Pedro la miraba deleitándose con el magnífico cuerpo de la abogada y entendiendo este acercamiento como prueba de aceptación:
    
    -Hola, ¿tienes fuego? –preguntó la recién llegada con un cigarrillo en la mano.
    
    -Sí claro. –Contestó el hombre que sentado hizo un escorzo para alcanzar una mochila.
    
    Natalia se arrodilló frente a él. El sol recortaba la bella silueta de la abogada. Sus hombros caían suavemente, sus maravillosas tetas se mantenían firmes con unos preciosos pezones de fresa que apuntaban levemente hacia arriba. Su cuerpo se estrechaba perfectamente en la cintura y sus piernas, ahora juntas y ...
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