Desconocidos
Fecha: 23/04/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos
... le coma el coño? –Preguntó a su marido pellizcándose uno de sus pezones mientras sentía como este no podía aguantar más y se corría en el interior de sus entrañas.
El semen de Juan resbalaba por el interior de sus muslos cuando se fue a por Rosario, la besó y la tumbó sobre la arena. Descendió por su cuello, sus pechos, mordiendo los pezones y siguió por su abdomen y su ombligo. La empleada de banca entregada a las delicadas caricias femeninas abrió sus piernas ofreciéndole su jugoso y dilatado manjar.
Ana, con delicadeza palpó por primera vez un sexo femenino. Acarició con mimo aquellos rizos negros y separó con cariño los labios. Inspiró con placer el penetrante aroma a sexo que desprendía la rosada vagina de Rosario antes de lamer desde el perineo hasta el clítoris con lujuria y arrancar un suspiro de la otra mujer. Introdujo dos dedos dentro y se dedicó a saborear el placer desconocido del sexo femenino. Masajeó y lamió son su lengua de fuego el clítoris de Rosario hasta llevarla al éxtasis donde entró con un desgarrador grito de pasión.
Ante semejante espectáculo, Juan se había colocado de rodillas junto a Ana, cerca de su cara. Se masturbó hasta lograr correrse de nuevo, esparciendo su leche entre la cara de su mujer y la zona pélvica de Rosario. Ana no le hizo ascos y limpió los restos de su marido.
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Ricardo tumbado de medio lado en la toalla, leía un ejemplar de bolsillo de Ella cuando le vio llegar. Con un pequeño carraspeo a modo de ...
... código, llamó la atención de Susana que tumbada boca arriba aprovechaba el sol de la tarde. Sus impresionantes pechos operados siguieron desafiando a la gravedad cuando se incorporó para observar. Su melena rubia, aún mojada, quedó sensualmente sobre su bello rostro de facciones nórdicas y mirada gris.
Cerca de ellos había decidido parar un chico joven, de unos veintiocho años, negro. Su espectacular físico de metro noventa delataba su pasión por surfear y haciendo honor a su raza calzaba un considerable miembro. Tras dejar su toalla en la fina arena, se dispuso a hacer unos ejercicios de estiramientos más propios de un exhibicionista que de un nadador. Sin duda, se vendía muy bien. La pareja vecina, se miró en un gesto de aprobación y con la sensación de ser ellos los elegidos en vez de los electores.
Tras unos veinte minutos de largos estilo crol, el joven Patrick, salió del agua en dirección a la arena. Paseaba con elegancia su ancha espalda delimitada por unos poderosos hombros. Su musculatura, ahora cubierta por cientos de gotitas de agua, estaba perfectamente definida. Pectorales, abdominales, piernas y glúteos parecían cincelados en mármol. En su rostro, sobresalían unos pómulos marcados y unos labios carnosos, además de una preciosa mirada verde.
El desfile de aquel adonis de ébano fue seguido por Susana, que no dejó de mirarle con media sonrisa lujuriosa ni cuando sus miradas se cruzaron a escasos diez metros obligándoles a un leve saludo de cortesía. La mujer se ...