1. Lucía (Cap. I): Soy un tipo con suerte


    Fecha: 26/04/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Manuman, Fuente: CuentoRelatos

    Mi segundo divorcio es un buen momento para ver la vida en retrospectiva. Nunca fui un galán de gimnasio, ni mucho menos el típico ‘ligador’ audaz que derrite y arranca las bragas de las chicas a donde se presenta, pero tuve la suerte de pasar por muy buenas experiencias con algunas mujeres, compañeras de mi carrera y más tarde, del trabajo, también con amigas, alguna amiga de mis amigos, y en menor medida, aventuras de una noche.
    
    Hubo algunas veces que la buena fortuna me sonrió y me arropó en sus brazos, obsequiándome momentos verdaderamente memorables, en los que pude gozar y hacer gozar a alguna que otra verdadera belleza de mujer, de esas que arrancan miradas, suspiros y erecciones con solo pasar cerca de uno. Pero sin duda, uno de los sucesos que más recuerdo, ocurrió hace unos años, justo cuando se suscitaba mi primer divorcio.
    
    Lucía es una mujer muy atractiva y aunque no lo aparenta, también es muy ardiente en la cama. Lucía llegó a trabajar a la misma empresa que yo hace un tiempo y desde el primer día, todos los compañeros quedamos embobados con ella, pues aunque es muy seria, es un verdadero bombón. Más alta que el promedio, con treinta y pocos años; unas hermosas piernas, totalmente apetecibles cuando usa falda; tiene además una cara muy bonita, de grandes ojos negros y labios amplios y carnosos. Además es dueña de un culo riquísimo, que haría perder la cabeza a cualquiera (incluyéndome), De inmediato, Lucía comenzó a recibir la atención de sus colegas ...
    ... masculinos y las consabidas invitaciones a salir. Pero la codiciada mujer no era presa fácil y aunque de forma siempre cordial, uno a uno fue rechazándolos a todos, hasta dejar muerta cualquier esperanza de ligarla. Así supe que tendría perdido el partido desde antes de tocar el balón y ni siquiera intenté algún acercamiento con ella.
    
    Lucía era muy eficiente en su trabajo. Se ganaba constantes felicitaciones de nuestros superiores y despertaba la envidia entre los demás vendedores y sobre todo, en las vendedoras, quienes pronto comenzaron a ponerle la etiqueta de puta, solo por ser guapa. Era común que comentaran un montón de cosas a sus espaldas: “esa vieja vende porque afloja las nalgas”. “Si no estuviera tan buena no vendería tanto”. Incluso corría el rumor de que la atractiva divorciada de ondulada y sensual melena oscura era amante del dueño de la empresa, cuestión por demás ridícula pues era sabido que el licenciado Orozco era un gay cincuentón, orgulloso de su homosexualidad.
    
    En el tiempo en que llegó Lucía a la empresa, yo atravesaba el severo trance de mi divorcio. Severo para mí, que no para mi mujer, pues fue ella quien anunció que estaba aburrida tras 15 años de matrimonio y necesitaba un cambio. ¿Y qué iba a hacer yo sino dejarla libre? La amaba, pero tampoco quería retenerla a mi lado por fuerza o por lástima. Al final, quedamos en tan buenos términos, que nuestro único hijo, Manuel, (con 13 años de edad entonces) apenas si notó que hubiera algún cambio en la ...
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