1. La santurrona y su hijo culturista


    Fecha: 22/05/2022, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... cabeza.
    
    -¡No, no puedo desear a mi propio hijo!
    
    Lorenzo cogió la polla, la levantó, le puso sus huevazos en la boca a su madre y los movió de un lado al otro. Eva sintió cómo corría un río de jugos dentro de su coño. Lorenzo le pasó la polla por los labios por tercera vez.
    
    -Chupa, Eva.
    
    Eva le dijo:
    
    -Quita esa cosa de mi cara.
    
    Eva se levantó de la silla. Lorenzo le dijo:
    
    -Deja que te olee yo a ti.
    
    -¡No!
    
    -Anda, deja que te oleé. Conoceré la textura de tu piel y me ayudará en mis momentos de intimidad.
    
    -¡Degenerado!
    
    Eva quiso irse, Lorenzo, detrás de ella, la cogió por la cintura, le abrió la bata y le magreó las tetas.
    
    -¡Déjame! -dijo Eva poniendo sus manos sobre las de su hijo para retirarlas-.¡Suelta mis senos!
    
    Lorenzo sacó las manos, las manos de su madre quedaron sobre ellas, puso sus manos encima e hizo que las magrease mientras le decía:
    
    -Eres un caramelito que quisiera que se derritiera en mi boca.
    
    Eva magreando las tetas oleadas con los pezones saliendo entre sus dedos se estaba poniendo enferma.
    
    -Quita -dijo sin ofrecer resistencia-, quita.
    
    Lorenzo siguió haciendo que Eva magreara las tetas, le quitó la bata y frotó su pecho oleado y su verga contra la espalda y el coño de su madre, la besó en el cuello y le susurró al oído:
    
    -Te quiero, Eva.
    
    Eva con los ojos cerrados, le dijo:
    
    -No quiero que me quieras, bribón.
    
    -Finjamos que soy un desconocido.
    
    -Jamás copularía con un desconocido.
    
    -Joder, Eva, joder ...
    ... con un desconocido, dilo.
    
    -Copular.
    
    -¡Joder!
    
    Se salió con la suya.
    
    -Copular, maleducado.
    
    Le dio la vuelta, le retiró las manos y vio sus bellas tetas con areolas marrones y pezones grandes y tiesos como pitones de toro. Su boca, ávida de carne trémula, chupó su teta derecha.
    
    -No -dijo Eva empujando sin fuerza la cabeza de su hijo.
    
    Lorenzo siguió mamando al tiempo que le magreaba la otra teta. Al dejar de mamar la teta quiso besarla, pero Eva le hizo la cobra. Mamó la otra teta. Eva volvió a empujar su cabeza sin fuerza.
    
    -Esto no está bien, Lorenzo.
    
    Lorenzo siguió mamando. Cuando dejó de mamar, Eva volvió a poner las manos sobre sus tetas para taparlas. Lorenzo se puso en cuclillas, y le dijo:
    
    -Quiero que me des el néctar de tu coño en la boca.
    
    Eva hizo una pregunta que jamás pensó que haría.
    
    -¡¿Quieres qué me corra en tu boca?!
    
    -Sí, Eva, eso quiero.
    
    Lorenzo le quitó las bragas, las olió, le dio la vuelta y lamió los jugos que había en ellas. Eva estaba cachonda a más no poder. Le dijo:
    
    -Nunca la tentación había clavado sus garras en mí con tanta fuerza.
    
    -Si quieres gozar date la vuelta.
    
    -No debía, es inmoral y...
    
    Eva se dio la vuelta, Lorenzo le abrió las nalgas y le lamió el periné y el ojete.
    
    -¿Te gusta, Eva? -le metió dos dedos en el coño encharcado y le besó el ojete.
    
    -Sí, pero no debía gustarme.
    
    Le metió y sacó la lengua en el agujero del culo. Puso los dedos mojados de jugos a ambos lados del clítoris y lo ...