1. El mal clima.


    Fecha: 27/05/2022, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mano de papá que estaba entretenida tocando y apretando los grandes seños de mamá. Ella le entregó la cerveza antes de llegar a la caceta de la entrada de la Universidad. Venía toda esa parte del camino bromeando y amenazándonos con cobra venganza por no dejarlo tomar. Final mente papá convenció a mamá de que tomáramos otra cerveza. Llegamos a la “Uni”. Estábamos esperando que abrieran el portón. No había nadie. Papá se bajó abrir el portón. Se veía ya más borracho, no mucho pero ya estaba bebido.
    
    Manejó hasta su edificio. Estacionamos frente al jardín y vimos a don Pedro desde la camioneta. Andaba con su cachucha color azul. Camisa gris toda sudada. Sus pantalones de mezclillas ya medio verdosos y aterrados por culpa de las plantas. Botas vaqueras llenas de lodo y un perro grande al lado que le llegaba casi a su panza. Era como cruza de labrador color negro.
    
    Se acercó por el lado del conductor, saludó a papa. Pasó el brazo frente a papá. Casi mete medio cuerpo por la ventana para alcanzar para darnos la mano. Vi a mamá estirar su brazo derecho para saludarlo, girando un poco su cadera. El escote de mamá, el giro, el reducido espacio o estar sentada hizo sus aureolas café claro asomaran un poco más. Las tetas de mamá casi se salían. No vi si don Pedro veía pero era evidente que sí.
    
    -Bueno, don Pedrito ¿Cómo le fue con las plantas? -Preguntó papá. Don Pedrito dio unos pasos atrás, el perro negro se sentó a sus pies. El señor explicaba su trabajo mientras nosotras ...
    ... bajábamos de la camionetita. Nos paramos frente a don Pedrito los tres quedando todos del lado del conductor.
    
    El viejito estaba muy nervioso, bajaba la mirada y de repente me volteaba a ver los pezones marcados, las piernas y las enormes tetas de mamá quien en una mano tenía su cerveza. El otro brazo intentaba cubrir sus pezones y escote de su blusa color durazno pero era imposible hacerlo. Si cubría algo lo otro se veía a simple vista.
    
    Papá me pidió una cerveza para don Pedrito y para él. Me observaban caminar a la camioneta, en lugar de dar la vuelta para tomarla directamente del lado de donde estaban me subí el lado del conductor. Recostada sobre el asiento, de puntitas en el suelo, pecho abajo, estirando brazos para alcanzar las latas sentí mis nalgotas casi al aire. Mis pompis tumbadas sobre el asiento de la camioneta se comían la tela. Agarré cuatro cervezas. Las repartí, dejé a don Pedrito al final quien hablaba con papá y al mismo tiempo, disimuladamente, veía mi blusa mojada que le presentaba unos pezones grandes, rosaditos y unos senos firmes.
    
    Fuimos a ver el trabajo de Don Pedrito era a unos pasos, muy cerca de la camioneta. Apenas le dirigíamos la palabra al señor miraba hacia el piso, como que era muy tímido. Papá lo observaba y se reía.
    
    -Mire, Inge -Le dijo don Pedrito a papá señalando un montón de plantas amontonadas en medio del jardín- Ya nomás falta el hierberío ese. Ya nomás es de tirar pero lo hago mañana temprano porque ya se está nublando.
    
    -No ...
«12...101112...20»